Hay personas que no se consideran bebedoras porque no beben alcohol de forma habitual, y creen que si beben de forma moderada no estarán poniendo en riesgo ni su salud ni tampoco a su cerebro. Sobre todo, cuando se sabe que el alcohol en pequeñas cantidades puede incluso, ser bueno para la salud.
Sin embargo, hay estudios que confirmas que las ventajas del consumo moderado del alcohol bien pueden haberse exagerado. El alcohol es una poderosa toxina, y cada bebida alcohólica que tomas tiene un profundo efecto en el cerebro.
Cómo funciona el alcohol en el cerebro
El alcohol altera la función cerebral normal al interferir con los neurotransmisores. Estos poderosos químicos cerebrales transmiten señales entre las células nerviosas, permitiendo que tu cuerpo funcione bien. Los neurotransmisores tienen un papel importante en la regulación del estado de ánimo, el movimiento, el pensamiento, los procesos corporales vitales y el comportamiento.
Es fácil darse cuenta de que el alcohol te afecta. Si te pasas de la raya bebiendo, te darás cuenta cómo tendrás dificultades para hablar, para mantener el equilibrio e incluso, puedes tener cambios de humor a corto y largo plazo. Si piensas que beber de forma moderada no te hace daño, es hora de que cambies de opinión.
Quizá si bebes un poco y no sientes los 'efectos' creas que no te está afectando al cerebro, pero sí lo hace. Tener una mejor tolerancia al alcohol no significa que no te esté afectando. Beber moderadamente tiene un impacto en el juicio y el rendimiento cerebral, sin que los bebedores lo sepan.
Varios estudios lo confirman
Un estudio realizado en 2013, llevado a cabo por la Universidad de Waikato en Nueva Zelanda, midió el rendimiento de conducción en varios períodos de tiempo después de beber alcohol, así como la experiencia subjetiva de los participantes sobre lo borrachos que se sentían. A medida que avanzaban las pruebas, los voluntarios informaron que se sentían como si los efectos del alcohol se estuvieran desvaneciendo, pero su desempeño conductivo y cognitivo fue significativamente peor que antes. Este efecto se mostró incluso con un nivel moderado de concentración de alcohol en la sangre de 0'05.
Estudios realizados con adolescentes demuestran que la estructura y la función del cerebro pueden verse comprometidas al consumir tan solo 20 bebidas al mes, dañando a importantes redes cerebrales.
Una revisión de estudio en 2008, 'Psicofarmacología Experimental y Clínica' reveló que si bien puedes aprender a pensar más rápido a medida que la tolerancia al alcohol aumenta, es probable, que se comentan errores relacionados con el consumo de alcohol.
Efectos a largo plazo del consumo de alcohol moderado
Un estudio publicado en 'Neurocience' en 2012 dejó claro que beber alcohol puede inhibir la producción de nuevas células cerebrales. Las ratas de laboratorio expuestas a cantidades moderadas de alcohol todos los días produjeron un 40% menos de células cerebrales que un grupo control de ratas abstemias durante un período de dos semanas.
Investigadores de la Universidad de Rutgers y la Universidad de Jyvaskyla descubrieron una anomalía en una región del cerebro asociada con el aprendizaje y la memoria a causa del consumo de alcohol. La preocupación es que estas ratas no mostraron respuestas motoras dañadas acorto plazo, lo que destaca el riesgo de que los bebedores moderados no tomen en serio el impacto del alcohol, porque podría aparecer sobre todo, a largo plazo.
Los investigadores indicaron la necesidad de más estudios para mostrar si el consumo moderado de alcohol podría tener un efecto adverso en el aprendizaje y la memoria a largo plazo.
Deja los mitos a un lado
Hay mitos que dicen que las personas que beben de forma moderada pueden vivir más tiempo y tendrán corazones más sanos que aquellos que se abstienen. Pero esto es muy relativo. Es probable que las personas que eligen beber moderadamente tiendan a ser personas relajadas y sociables con estilos de vida sanos y equilibrados, que por esto es posible que puedan vivir más tiempo... y no por el hecho de beber alcohol.