La caída de cabello es algo habitual en los cambios de estación y en momentos de estrés. Perdemos una media de 100 pelos al día de los 100.000 con que aproximadamente cuenta nuestro cuero cabelludo. Sin embargo, cuando la cantidad de cabellos que encuentras en tu cepillo, tu ropa o tu cuarto de baño es muy superior a esta cifra, deberías tomar medidas para frenar la pérdida de pelo antes de que tu melena mengüe considerablemente.
Muchas son las causas que provocan la pérdida de pelo excesiva entre hombres y mujeres. Aquí te ofrecemos un listado completo de los posibles motivos.
1. Herencia
El paso del tiempo hace que el grosor del cabello y la cantidad disminuya en ambos sexos. El envejecimiento y factores hereditarios pueden desembocar en la pérdida de pelo excesiva y llegar a la alopecia. Este tipo de calvicie hereditaria afecta en mayor medida a los hombres que a las mujeres. De hecho, nueve de cada diez hombres mayores de 21 años presenta las conocidas entradas y más de la mitad de varones de más de 40 años sufre una falta de pelo notable en la zona de la coronilla. Por su parte, la calvicie femenina es poco frecuente. Se trata de una enfermedad hereditaria motivada por las reacciones corporales a la testosterona.
2. Estrés físico o emocional
Problemas en el trabajo, discusiones en el hogar y preocupaciones cotidianas desembocan en una situación de estrés que puede pasar factura a tu cuero cabelludo. El denominado efluvio telógeno puede hacerte perder hasta tres cuartas partes de tu pelo. Se trata de un problema grave al que debes poner remedio. La relajación y otras técnicas para reducir el estrés tanto físico como emocional te serán de gran ayuda. En estos casos, la pérdida de cabello es fácil de detectar. El pelo se pierde en grandes cantidades durante la ducha o el peinado.
Por suerte, se trata de un problema temporal que cesa en cuanto se soluciona la situación de estrés. Sin embargo, deben tomarse medidas -e incluso acudir al doctor en caso necesario- ya que la pérdida de cabello puede tornarse crónica si la situación de tensión se prolonga demasiado en el tiempo.
3. Parto y menopausia
Los cambios hormonales son los causantes de la pérdida de cabello entre un gran número de mujeres. Los altos niveles de determinadas hormonas durante el embarazo frenan la caída normal de pelo. Sin embargo, unos tres meses después de dar a luz, la pérdida de pelo se acentúa entre las madres. Este aumento se debe a que las hormonas regresan a sus niveles habituales provocando cambios en el cuerpo de la mujer.
Lo mismo sucede con la menopausia, etapa en la que los trastornos y cambios hormonales son frecuentes. En ambos casos, la situación se corrige por sí sola en un plazo máximo de dos años. Sólo en los casos en los que la pérdida es acentuada se requiere atención médica.
4. Anemia
La anemia se encuentra detrás de muchos casos severos de caída del pelo tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, en el caso femenino suele agravarse el problema. La falta de hierro puede paliarse con una dieta equilibrada y alimentos ricos en vitamina C, que favorecen la absorción de minerales. En la mayoría de los casos, es necesario acudir al médico y recibir tratamiento para recuperar la salud no solo capilar sino de todo el organismo.
5. Enfermedades y medicamentos
Anticoagulantes, anticonceptivos y antidepresivos pueden provocar una caída abundante del cabello. En estos casos, la pérdida de pelo cesará en cuanto finalice el tratamiento. Por ello, no es necesario abordar tratamientos paliativos.
Más preocupante resulta la pérdida de pelo por enfermedad. Diabetes, tumores ováricos, fiebre alta e incluso el lupus pueden ser las causantes de la pérdida de pelo. Consultar a tu médico ante cualquier tipo de duda de padecer estas afecciones resulta de vital importancia en estos casos.
6. Productos de higiene y belleza
En muchas ocasiones somos nosotros los responsables directos de la pérdida excesiva de cabello, por ejemplo, por usar una mala maquínaria, como una plancha de pelo de baja calidad. Abusar de los productos de belleza, secadores y planchas de pelo puede jugarnos una mala pasada. Lucir una melena resplandeciente es importante, pero la salud de nuestro cuero cabelludo lo es todavía más.
Trenzas, rulos y colas de caballo tensan el cabello en exceso y provocan la llamada alopecia por tracción. El abuso de secadores de aire caliente y planchas de pelo son las causas de un debilitamiento del folículo capilar que desemboca en la caída del cabello. Bastará con utilizar el secador de manera responsable, manteniendo una distancia prudencial y con movimientos circulares para evitar la pérdida de pelo.
Determinados tintes y champús también hacen aumentar la cantidad de cabello que se pierde. Te recomendamos que elijas los productos, peines y cepillos que más se ajusten a tu tipo de cabello para evitar dañar tu melena.
7. Mala alimentación y dietas desequilibradas
Al igual que en el caso de los productos de belleza, los responsables directos de la pérdida de cabello somos nosotros cuando mantenemos una mala alimentación. Las causas del problema y la solución están en nuestras manos. Contar con una dieta equilibrada ayudará a frenar la caída de cabello.
Las dietas drásticas que no contienen la cantidad de proteínas suficiente suelen provocar daños en el cuero cabelludo. La falta de hierro, ya señalada en la anemia, puede paliarse con la ingesta de carnes, pescado, legumbres como las lentejas y verduras como las espinacas. Proporciona a tu cuerpo la cantidad suficiente de vitamina C y verás como la pérdida de pelo disminuye poco a poco.
Si llevas una vida sana y has puesto en práctica todas nuestras recomendaciones pero la pérdida de cabello se mantiene constante, lo mejor es que visites a tu dermatólogo o médico de cabecera. Él te hará las pruebas pertinentes para descartar enfermedades y te ayudará a buscar una solución a tu problema.