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TRASTORNOS ALIMENTICIOS

Diferencias entre la anorexia y la bulimia

Diferencias entre la anorexia y la bulimia
Noelia Rodríguez Alvarez
Última actualización: 27 Febrero 2017
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La anorexia y la bulimia son trastornos alimenticios pero no son lo mismo, cada uno de estos trastornos son diferentes.

Los trastornos alimenticios a veces nos suenan lejanos y eso puede dar lugar a alguna que otra confusión, especialmente cuando no se conocen casos cercanos. Presentan todos ellos particularidades, no dejan de estar vinculados a la relación que tenemos con la comida y esconden algún problema de carácter psicológico detrás, pero no todos son iguales.

Probablemente son los dos trastornos alimenticios más conocidosProbablemente son los dos trastornos alimenticios más conocidos

Probablemente los dos trastornos alimenticios más conocidos, porque son los que más casos registran al cabo de los años, son la anorexia y la bulimia. ¿Se parecen? Sí. ¿Son lo mismo? No. ¿Han de tratarse igual? Tampoco. Aunque son varias las similitudes que presentan en el artículo de hoy vamos a centrarnos en esas otras cosas que hacen que sean diferentes.

Para algunas personas pueden ser vistas como enfermedades opuestas puesto que en la anorexia se suprime la comida y en la bulimia se suceden los atracones -para luego vomitar lo ingerido. Pero ambas parten de un problema común y es la insatisfacción e inseguridad con nuestro cuerpo que lleva a ponerlo en peligro fatal y realizar prácticas nada recomendadas.

Consuelo en la comida y adelgazar

En los casos de anorexia quien la padece tiene una visión distorsionada de si mismo y de su cuerpo. Tiende a verse con más kilos de los que en realidad tiene llegando a estar extremadamente delgado y aún así el espejo le devuelve una imagen con kilos de más. De fondo está un problema de inseguridad y con la gente que nos rodea.

Se busca estar delgado para satisfacer un problema que no es tal. Y lo peor es que, por muchos kilos que se pierdan uno nunca llega a verse bien. Mientras tanto la pérdida de salud por una ingesta insuficiente de calorías se vuelve más que evidente y se puede poner en serio riesgo nuestra vida.

La bulimia parte también de un problema psicológico, que incluso a veces no tiene que ver con la imagen que tenemos de nuestro cuerpo. Puede que el estrés o los nervios nos lleven a darnos atracones de comida que, en el momento, son satisfactorios, pero a los pocos minutos nos cargan de culpa así que buscamos deshacer lo hecho. ¿Cómo? Vomitando. También es habitual realizar ejercicio extremo para perder esas calorías que se han tomado de más.

Trastornos que no se ven

Algo en que coinciden ambos trastornos alimenticios es en el hecho de que suelen pasar desapercibidos y la enfermedad puede estar avanzada para cuando la gente que te rodea se dé cuenta de que algo no marcha bien. Sin embargo las señales de que se puede estar padeciendo anorexia o bulimia son diferentes, más allá de una evidente y peligrosa pérdida de peso.

En el caso de un anoréxico sus familiares y amigos empezarán a sospechar cuando vean que apenas come, que está extremadamente preocupado por su imagen y porque su estado emocional se vuelve cada vez más arisco, se encierra en si mismo y no admite consejos ni ayuda para tratar un problema que, probablemente, no reconozcan. Cren que su proceder es el adecuado porque quieren bajar peso y es la manera correcta de hacerlo, en su opinión.

Los bulímicos se comportan de manera diferente, porque en la mayor parte de los casos son conscientes de que lo que hacen no está bien, pero no encuentran el modo de poner freno a su comportamiento. Por eso no suelen dar muestras de su proceder en público, tienden a hacerlo en privado y resulta más complicado detectar que sufren bulimia. Los atracones, y los vómitos posteriores, suelen hacerse en privado, de modo que nadie los cuestione ni nos veamos intimidados por lo que otros puedan pensar. Esto dificulta que el entorno identifique un caso de bulimia.

A la hora de abordar un posible caso de anorexia o bulimia es importante hacerlo con extremo cuidadoA la hora de abordar un posible caso de anorexia o bulimia es importante hacerlo con extremo cuidado

Cómo abordar el problema

A la hora de abordar un posible caso de anorexia o bulimia es importante hacerlo con extremo cuidado y evitar reclamaciones y enojes. De proceder así puede conseguirse que el enfermo se distancie de nosotros y sea más difícil ayudarle a reconocer que tiene un problema y que hay que buscarle solución.

También es importante conocer el trastorno alimenticio que padece y desechar los mitos que existen sobre la bulimia y la anorexia. Para ello lo mejor es acudir al médico, que nos puede derivar a profesionales especializados, que son los que pueden plantear un tratamiento adecuado y personalizado para cada caso.

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