En realidad, nadie se puede preparar para la muerte ya que es un proceso que aunque natural, nadie quiere ni se conoce. No se sabe lo que va a ocurrir después de la muerte por lo que, el hecho de desaparecer de la Tierra puede ser sin duda, un motivo de ansiedad solo de pensarlo, aunque no tengas ninguna enfermedad terminal. Nadie quiere enfrentare a la muerte, aunque nadie puede escapar de ella.
Si te han diagnosticado una enfermedad terminal o te han dado un plazo de tiempo que te queda de vida, como algunos meses, tienes dos opciones: vivir tu vida lo mejor que puedas el resto que te queda o sumirte en la peor pena que quizá adelante la llegada del final. A continuación vamos a comentarte algunas cosas que suelen hacer las personas a las que les diagnostican solo unos meses de vida, para que veas cuáles son sus últimas voluntades.
Permite que tus deseos sean conocidos por tus seres queridos
La preparación para la muerte debe comenzar antes de que incluso recibas un diagnóstico terminal. Es importante tomarse un tiempo para pensar en tus metas, tomar decisiones importantes y compartirlas con tus seres queridos. Completar esto es la mejor manera de garantizar que se respeten tus deseos de final de vida. También es el momento de preparar el testamento teniendo en cuenta todas tus posesiones.
La preparación para la muerte debe comenzar antes de que incluso recibas un diagnóstico terminalPlanea tu propio funeral
Esto puede ser un paso complicado pero para algunas personas les ayuda saber cómo será su funeral y decidir si quieren ser incinerados o no. Es otro paso por el que no puedes esperar hasta que recibas un diagnóstico terminal. Planear el propio funeral te asegura saber qué ocurrirá cuando ya no estés y los demás tendrán que cumplir con tu voluntad.
Tu funeral reflejará su personalidad y será un evento verdaderamente memorable. Planear con anticipación también evita que tus seres queridos tengan que planear algo significativo en medio de su dolor, que es un gran regalo aunque ya no estés presente.
Llora si lo necesitas: no reprimas tus emociones
Cuando una persona recibe el diagnóstico de una enfermedad terminal, es normal tener una amplia gama de emociones sin respuesta. Los mecanismos de afrontamiento, como la negación y la ira, pueden aparecer cuando la persona se enfrenta a su propio dolor y las emociones de sus seres queridos... Llora todo lo que necesites porque eso sanará tu corazón.
Hasta el 70% de las personas experimentan dificultad para respirar cuando se acerca la muerteMira tu vida en perspectiva
Una de las cosas más importantes que harás mientras te preparas para la muerte es revisar tu vida y verla en perspectiva. Este es el paso del que habla la mayoría de las personas cuando hablan de arrepentimientos, logros, esperanzas y sueños. Hacer una revisión de la vida es una forma de darle un cierre a una persona que se está muriendo. También puede servir como un legado de vida para los seres queridos que se quedan aquí.
Si decides realizar una revisión interna de la vida o registrar la historia de tu vida para tus seres queridos, revisar tu vida es un paso importante que puedes hacer antes de que se acerque el momento.
Familiarízate con los síntomas que puedes tener
Otros síntomas, como el dolor y el estreñimiento, también son comunes en esta etapa. Es una buena idea familiarizarse con los síntomas más comunes del final de la vida para que puedas reconocerlos cuando ocurran y comenzar a mitigarlos con la mayor celeridad posible. Muchos de los síntomas que ocurren al final de la vida pueden tratarse desde casa, y hay pasos que puedes seguir para garantizar tu comodidad diaria.
Saber qué esperar en el momento final
No es fácil aceptarlo pero es importante saber qué esperar en el proceso de la muerte. Hay un proceso natural que ocurre cuando una persona se acerca al fin de su vida, y mientras cada persona lo vive de manera diferente, el proceso de morir es casi universal. Es útil saber qué esperar en el proceso de muerte. Habla con tu médico para que te oriente en esto dependiendo tus circunstancias personales.
