Mascar chicle, ¿es un hábito sano? Analizamos las principales afirmaciones sobre esta costumbre, que como todo, tiene sus pros y sus contras.
BENEFICIOS DE MASCAR CHICLE
1.Los chicles no producen caries
Aunque la mayoría de las veces metemos a los chicles en el mismo saco que las golosinas, esto no es así. Al contrario que las chucherías, compuestas básicamente de azúcar, la goma de mascar no es una de las principales causas de las caries. De hecho, no hay una evidencia científica al respecto: los endulzantes que utilizan en las gomas de mascar (como el malitol, sorbitol, aspartame y xilitol, entre muchos otros) no promueven la proliferación de placa bacteriana. Aunque los chicles tengan azúcar, con un cuidado dental adecuado no representa ningún riesgo para la salud bucodental para una dentadura adulta, aunque en el caso de los niños hay que tener algo más de cuidado y limitarlo.
2. Quita el hambre
Mascar chicle quita el hambre o más bien el antojo de llevarte algo a la boca. Parecido a lo que produce el tabaco: una distracción. Lo bueno es que teniendo un chicle a mano evitas el comer otro tipo de cosas más calóricas, por lo que reduce los aperitivos a lo largo del día.
3. Reduce el ácido estomacal
Esta ventaja es poco conocida: gracias a que se produce una mayor cantidad de saliva, se facilita el paso de los alimentos por el esófago, por lo que ayuda a neutralizar el ácido en el estómago. Por cierto: en ningún caso el chicle puede producir úlcera gástrica, que es uno de los mitos más extendidos sobre el mascar chicle.
4. Ayuda en los cambios de presión
El chicle es nuestro gran aliado en los aviones, ya que ayuda a controlar la presión auditiva: el movilizar la musculatura mandibular afecta directamente a los músculos del oído. ¿Los astronautas también mascarán chicle para que no se les ataponen los oídos?
CONTRAS DE MASCAR CHICLE
1. Efecto laxante
Mascar chicle en exceso tiene un efecto laxante que poca gente conoce. Esto es producido debido a uno de sus ingredientes, el sorbitol, que en casos extremos puede llegar a ocasionar diarrea crónica y dolor estomacal. ¡Todo en exceso es malo!
2. Dolor mandibular
Nuestra mandíbula no está diseñada para la masticación continua, sino para algo más puntual. Por tanto, es otra de las claras desventajas de este hábito: puede producir dolor mandibular, ya que se fuerzan las articulaciones témporo-mandibulares. Por eso, si tiendes a chirriar los dientes cuando duermes (bruxismo), te recomendamos que no abuses del chicle, ya que con sólo 20 minutos de mascar se agravaría el dolor de mandíbula.
3. Enmascara la halitosis pero no la quita
La halitosis (mal aliento) es un conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Es un problema muy común, pues afecta a una de cada dos personas. El problema es que la halitosis puede ser una manifestación de alguna otra patología, por lo que aunque el chicle puede parecer un buen aliado para combatirlo, sólo está enmascarando este síntoma, no elimina el problema, que puede estar causado por algo más grave.
4. No sustituye el cepillado de dientes
Por mucho que las campañas publicitarias nos insistan en comer chicle después de comer para eliminar los restos de comida, esto no es un sustitutivo del cepillado de dientes. Así que lleva contigo tu cepillo de dientes a todos lados, pues los dentistas recomiendan que después de cada comida se cepillen los dientes para evitar la formación de placa bacteriana. Recuerda siempre que un buen cuidado bucal nos evita muchos problemas... y mucho dinero.