Medicamentos para la acidez de estómago ocasional

Los antiácidos son fármacos que neutralizan el exceso de acidez en nuestro estómago, concretamente, el ácido clorhídrico, que es el que es secretado. Esta sensación de acidez y ardor está producida por el reflujo de los ácidos que suben por el esófago. El problema se deriva cuando el esfínter esofágico inferior, que es un musculo situado en la base del esófago que comunica con el estómago, se relaja muy a menudo o pocas veces pero demasiado tiempo, permitiendo que el ácido de la digestión suba.

Tipos de antiácidos

Existen dos tipos de antiácidos disponibles en el mercado para combatir la acidez, en base a su composición. Por un lado los sistémicos, con base de bicarbonato sódico y los no sistémicos, compuestos por sales de aluminio, magnesio y calcio. Los antiácidos no sistémicos ,al reaccionar con el ácido clorhídrico secretado por nuestro estómago, forman una sal que no es absorbida y posteriormente pasará a ser eliminada. Suelen tener una acción más lenta y prolongada en el tiempo, por lo que no generan efecto rebote.

La sensación de acidez es producida por el reflujo de ácidos que suben por el esófago

Estas sales generadas pueden estar compuestas por aluminio, calcio y magnesio. Las de aluminio y calcio producen estreñimiento, mientras que las de magnesio son laxantes. Desafortunadamente, la mayoría de antiácidos disponibles son una combinación de ambas, por lo que, los posibles efectos secundarios son imprevisibles.

Referente a los antiácidos sistémicos, a diferencia de los otros son de acción rápida, pero tiene efecto rebote. Funcionan absorbiendo al ácido clorhídrico de forma parcial, pudiendo crear efectos sobre el cuerpo. En este caso el bicarbonato sódico, y el carbonato de calcio pueden producir efectos generales de malestar y atacar a los riñones.

Como tomar los antiácidos

Para optimizar la toma, es aconsejable tomarlo entre 1 y 3 horas después de las comidas y antes de dormir, ya sea una siesta o de noche. Nunca debe de acompañarse con leche, pues puede producir náuseas y calambres.

Debemos de limitar la toma. El bicarbonato y las sales de calcio no deben administrase durante más de 2 semanas. Las sales de magnesio y aluminio pueden ser utilizadas durante periodos más largos.

Si padecemos de hipertensión, el exceso de sales de sodio puede agravarnos le enfermedad. Esto se debe al alto contenido en sodio que posee el bicarbonato.

Efectos secundarios de los antiácidos

• En el caso de marcas con magnesio, puede causar diarrea.

• En el caso de marcas con calcio o aluminio estreñimiento.

• En algunas ocasiones puede crear cálculos renales.

• Si se consumen en grandes cantidades, con base de aluminio, puede padecer perdida de calcio y si no se trata derivar en osteoporosis.

• En caso de que consuma otros medicamentos, la toma de antiácidos puede cambiar la forma en la que se absorben por lo que debería de consultar con su médico.

De ocasional a patológico

La acidez de estómago suele ser tan común que solemos recurrir a medicamentos sin receta médica y sin opinión de un doctor. De ahí que tengamos que diferenciar los episodios de reflujo ácido ocasionales, derivados de, por ejemplo, una comida copiosa, de aquellos episodios regulares derivados de algún problema médico que podamos estar desarrollando.

Si la acidez es debida a un proceso crónico y no ocasional, tomaremos otros medicamentos

Para el primero de los casos, los episodios puntuales, existe una gran variedad de medicamentos sin receta a nuestra disposición, tanto en formato liquido como en forma de tableta. Almax por ejemplo, ofrece las dos opciones. La líquida actúa de forma más rápida, mientras que la tableta es más cómoda de transportar para viajes. En este caso Almax está compuesto por magnesio y óxido de aluminio. Por un lado es capaz de neutralizar el exceso de ácido clorhídrico y por otra parte actúa inhibiendo la pepsina activa. Con este doble enfoque el Almax es capaz de frenar los síntomas del ardor estomacal.

Ahora bien, en caso de que nos encontremos ante una enfermedad y no un "ardor" puntual son otras las medidas que debemos tomar. En este caso puede que necesitamos de Omeprazol, que puede obtenerse también sin receta, pero ya no está recomendado por médicos y farmacéuticos que lo hagamos. El Omeprazol se toma para prevenir afecciones estomacales muy variadas : la enfermedad por reflujo gastroesofágico, el síndrome de Zollinger-Ellison, úlceras o trastornos provocados por la bacteria Helicobater Pylory. Incluso también puede ser recetado cuando consumimos otros medicamentos que pueden dañar el estómago, a modo de protector estomacal.

Finalmente, si a pesar de consumir estos protectores, reducir la ingesta de alimentos y variar la dieta sigue padeciendo problemas, quizás sea el momento de acudir al médico y comprobar si existen posibles úlceras, chequeos de ph o realizar una endoscopia para descubrir problemas mayores, no detectados previamente.