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ANOMALÍA EN EL PENE

Qué es la Fimosis y cuál es su tratamiento

Qué es la Fimosis y cuál es su tratamiento
Sara Menéndez Espina
Última actualización: 18 Abril 2019
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La fimosis es común en niños pequeños y desaparece espontáneamente, pero también puede aparecer de adultos.

La fimosis es una anomalía localizada el pene, que consiste en que el prepucio, la piel que cubre y protege el glande, es demasiado estrecho y no se retrae, ni de forma espontánea ni manual, impidiendo así dejar el glande al descubierto. Lo normal es que el prepucio pueda ser retirado hacia atrás, es decir, retraído, para poder asear el glande en estado de flacidez, examinarlo en caso de infecciones u otras dolencias, y para mantener relaciones sexuales no dolorosas y placenteras en estado de erección.

La fimosis puede aparecer en la edad adulta a causa de una infecciónLa fimosis puede aparecer en la edad adulta a causa de una infección

La fimosis se puede ser congénitaprimaria o adquirirse con el paso de los años (secundaria). En recién nacidos es normal la presencia de fimosis, se da en el 95% de los bebés, y en el 90% de los casos este tipo de fimosis, fisiológica o primaria, desaparece de manera espontánea antes de los 3 años. A la llegada de la adolescencia, menos del 2% de la población varón tiene fimosis. Si a partir de los 5 o 6 años el niño continúa teniendo fimosis, será un caso patológico que se deberá tratar

Tipos y grados de fimosis

La fimosis puede presentar varios grados, que van del I al IV, según cuánto pueda retraerse el prepucio, pero también se puede clasificar en 3 categorías:

- Puntiforme : El diámetro del orificio del prepucio es mínimo, aunque el aspecto externo y el grosor parecen normales. Esto provoca dificultad al orinar, que hace que el hombre tenga que hacer un esfuerzo muy grande al miccionar (lo cual puede ocasionar otros tipos de trastornos, como hernias inguinales), y abultamiento del prepucio por retención de la orina, que favorece el desarrollo de infecciones.

- Anular no retraíble o cicatricial. La piel que rodea al orificio prepucial está engrosada, generalmente se debe a balanopostitis sufridas previamente.

- Anular retraíble. Se agrupan aquí todos los casos que no se pueden incluir en las otras dos categorías, pudiendo tener el prepucio diferentes niveles de engrosamiento o de diámetro.

Cómo saber si tengo fimosis

La fimosis es una alteración fácil de reconocer, pues quien la sufre nota que le es muy dificultoso retraer el prepucio, y cuando lo intenta siente dolor. También tiene como síntomas la sensación de tensión y desgarro cuando se produce una erección, y la dificultad para orinar. En ocasiones pueden aparecer residuos blanquecinos en el glande, que son debidos a la falta de higiene en la zona, que provoca la acumulación de esmegma, una secreción que tienen tanto hombre y mujeres en los genitales.

Esta acumulación de esmegma, y también las dificultades y retenciones al orinar, suelen traer como consecuencia infecciones secundarias, como la balanitis, o infecciones urinarias. También se puede presentar inflamación del glande, y dolor generalizado, especialmente al mantener relaciones sexuales.

Si el prepucio no se retrae sólo durante la erección, pero manualmente se puede retirar sin dolor ni resistencia, no es un caso de fimosis. A veces el prepucio tiene un exceso de piel que hace que para retirarlo por completo haya que hacerlo manualmente, pero no se trata de fimosis.

Causas de la fimosis

Generalmente, la fimosis tiene una causa congénita. Sin embargo, tanto los niños como los adultos la pueden adquirir. En bebés suele ser una consecuencia de que los padres, por higiene, retiren de forma forzada el prepucio, lo que hace que se desarrollen en él anillos fibrosos y adherencias balanoprepuciales, que son tejidos que unen el glande y el prepucio, parecidos al frenillo, pero el hecho de que se desarrollen es anormal.

Una buena higiene previene de infecciones que puedan derivar en fimosisUna buena higiene previene de infecciones que puedan derivar en fimosis

En adultos la fimosis se puede desarrollar como consecuencia de infecciones, como las balanitis xeróticas (infección del glande) o balanopostitis (infección del glande y del prepucio), o también por traumatismos. Todas estas dolencias generan una cicatrización en el prepucio que hace que éste no se pueda retraer.

Tratamiento

Hay dos tipos de tratamientos para la fimosis. El primero es para casos leves, y consiste en la aplicación de corticoides por vía tópica, en forma de pomada. Ésta se aplica dos veces al día en la piel del prepucio y en la zona del glande que pueda quedar descubierta, y se realiza durante las semanas que el médico nos indique, generalmente entre 4 y 8. Los primeros 7 días se aplicará sin más, y a partir de la segunda semana se irán haciendo ligeras retracciones, poco a poco y sin dolor, después de aplicar la crema.

El tratamiento con corticoides se utiliza en niños mayores de 3 años, o en aquellos menores cuya fimosis haya provocado una infección que deba ser tratada. Su uso no debe superar el período indicado por el médico, ya que se corre el riesgo de dañar el área donde se aplica. El médico hará un seguimiento de la aplicación de la crema y los ejercicios de retracción, y si no hay avance ni mejora, se pensará en la posibilidad de aplicar el segundo tratamiento, la cirugía.

La cirugía con la que se trata la fimosis es la circuncisión, que consiste en cortar la parte del prepucio que recubre el glande. Se trata de una intervención que no requiere hospitalización, y su duración es de entre 30 y 40 minutos. Tras la operación, se requiere realizar curas y limpieza diarias, y generalmente a las 2 o 3 semanas suele quedar el área totalmente recuperada. En caso de adolescentes y adultos, no se recomienda mantener relaciones sexuales hasta pasado un mes después de la intervención. También existe otra técnica quirúrgica para tratar la fimosis denominada prepucioplastia, donde no se necesita eliminar toda la piel del prepucio, aunque el uso de una técnica u otra dependerá de cada caso, según la opinión del urólogo.

En los niños pequeños la fimosis es muy comúnEn los niños pequeños la fimosis es muy común

¿Cuándo debe tratarse la fimosis en un niño?

No debemos alertarnos en caso de fimosis en niños de menos de 3 años. A esa edad suele desaparecer de manera espontánea en el 90% de los casos, y a partir de ella, deberemos consultar con el pediatra para que nos indique qué hacer. Un 20% de los casos que se mantienen a los 3 años se resuelven en los tres años siguientes. Por ello, si se trata de un caso leve, sin infecciones ni dificultad para orinar, es posible que recomiende esperar un tiempo para ver si también remite. Si persiste, o si se presentan infecciones o dificultades de micción aunque sea antes de los 3 años, el médico indicará qué tratamiento llevar a cabo para evitar complicaciones.

Cómo prevenir la fimosis secundaria

Para evitar que nuestros hijos desarrolles fimosis adquirida, no debemos forzar la retracción del prepucio cuando son bebés, porque eso puede generar un daño cuya cicatrización haga que el prepucio y el glande sean inseparables. No nos preocuparemos del tema hasta que cumplan los 3 años, a menos que presenten infecciones en la zona.

Los niños deben de mantener una correcta higiene del área genital, concretamente en el glande, para evitar la acumulación de esmegma o de orina. Los adultos también deben tener unos hábitos de higiene similares, para ello, en el baño o la ducha, deben retirar el prepucio para aplicar agua en el glande y evitar que se produzcan acumulaciones y se prevengan infecciones.

En caso de inflamaciones en la zona del glande o el prepucio, acudiremos al médico para que nos ponga un tratamiento y evitar cicatrizaciones que deriven en fimosis.

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