En España el 6% de los españoles declara ser infeliz, siendo el resto, felices, muy felices o a medio camino entre los dos polos. Podemos considerarnos un "país" con suerte si nos comparamos con nuestros vecinos, que tienen un augurio peor. Y es que, actualmente la mayoría de los expertos afirman que la infelicidad te puede causar algún tipo de enfermedad a largo plazo. Desgraciadamente, es así.
Pero, ¿qué se entiende por infelicidad? La infelicidad es un sentimiento de insatisfacción que tenemos en relación con nosotros mismos y con nuestra vida. Tal vez no nos guste las rutinas que tenemos, el trabajo, la pareja, los amigos o mil cosas más. Pero también pueden sentirla personas que a priori parecen tenerlo todo, salud, dinero y amor. En definitiva, la infelicidad puede sentirla todo el mundo, nadie se libra. Que tengamos este sentimiento está más bien propiciado por los valores que nosotros tenemos, nuestras expectativas, nuestra personalidad, formación y sobre todo por las experiencias vitales que vayamos viviendo.
¿La infelicidad puede causar una enfermedad?
Sí, puede causarla aunque no ocurre en todas las personas. No es la causa directa pero si un factor de riesgo porque está relacionada con problemas físicos.
Es debido a que nuestro sistema inmunológico depende en gran medida de la ansiedad y estrés. De manera que si nosotros tenemos ansiedad, es decir, pasamos por una época de tristeza y preocupación nuestro sistema inmune se debilitará porque el cortisol que se segrega en sangre bajo ese estado impide el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Obviamente, cuando estamos tristes no podemos evitar sentir ansiedad. Por eso, cuando estamos pasando por un periodo de estrés (exámenes, mala situación laboral, etc) somos más proclives a tener resfriados o coger infecciones. Si por el contrario tenemos una actitud positiva ante la vida nuestro cerebro segregará más cantidad de serotonina y oxitocina, dos importantes neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo y el placer. Digamos que su captación se ve facilitada.
¿Qué tipo de problemas físicos nos puede causar la infelicidad?
-Mala alimentación. Si estamos tristes o ansiosos nos pueden pasar dos cosas. Primero, puede ocurrir que la persona coma (aunque no tenga hambre) solo para mantenernos ocupados y porque tras una ingesta importante de comida (sobre todo dulce) nuestro cuerpo produce serotonina y nos relajamos, por eso no verás nunca a nadie dándose un atracón a verdura, si no a cosas dulces como chocolate o comida rica en calorías.
En el otro extremo nos encontramos con personas que no comen o comen poquísimo porque la preocupación hace que su estómago se cierre por los nervios, y porque cuando estamos sin ánimos la comida no nos produce apenas placer. Independientemente de uno u otro, los dos son perjudiciales para salud. Puede conllevarnos por un lado al sobrepeso, diabetes y problemas cardiovasculares. Pero también a otro tipo de enfermedad como la anemia, debilidad o anorexia.
-Insomnio. Si estamos muy tristes nos va a costar dormir. Si además de tristes estamos preocupados o ansiosos seguramente no pegaremos ojo esa noche. Esto a su vez crea un círculo vicioso porque no dormir es algo "incómodo" y hace que la persona de vueltas a la cabeza sobre el motivo de su desvelo. Como resultado al día siguiente le costará dormir porque estará pensando en que la noche pasada no pudo conseguirlo. Al estar más preocupado, aun le va a costar dormir más. A medio plazo nos puede causar insomnio, y a su vez el insomnio tiene consecuencias nefastas para el cuerpo.
-Depresión. Si nuestra infelicidad se alarga en el tiempo podemos caer en una depresión, un trastorno mental caracterizado por un profundo sentimiento de tristeza y falta de interés por las cosas durante al menos dos semanas, unido a una serie de síntomas que puedes consultar a continuación. Básicamente la diferencia entre infelicidad y depresión es la cronicidad y gravedad en la depresión, que están exacerbados. Es normal sentirse infeliz en algunos momentos de la vida, sin embargo si notamos que se alarga demasiado en el tiempo es motivo de preocupación y tendremos que consultar con un profesional.
-Cáncer. Se ha visto que hay una relación entre la infelicidad y el cáncer a partir de los 65 años de edad. Esto no quiere decir que vayas a tener cáncer si no eres feliz, pero si que pueden aumentar tus posibilidades a partir de esa edad, al igual que otros factores de riesgo como el sedentarismo, mala alimentación o fumar. Las personas infelices tienen menos ganas de vivir y viven más preocupadas por todo lo que les pasa alrededor, por lo que su sistema autoinmune es más vulnerable respecto otros.
Como luchar contra la infelicidad
Ya hemos visto el peso que tiene la infelicidad para el desarrollo de una futura enfermedad. Dicho esto os dejamos con algunos consejos para combatir la infelicidad y así, la enfermedad:
1) Reflexionar sobre nuestra actitud: tenemos que pararnos a pensar en la forma que tenemos de enfrentarnos a los problemas. Piensa en que te beneficia pensar de forma negativa, pronosticar lo peor cuando no tenemos ni idea de lo que va a pasar. ¿Realmente merece la pena? Merecemos ser felices y pensar solo en los aspectos negativos de nuestra vida solo nos enfocará en la parte mala, olvidando la buena. No podemos pensar solo en blanco o en negro, tenemos una paleta de grises que nos está esperando. Abandona los pensamientos radicales.
2) Elimina las "pequeñas quejas diarias". Muchas personas tienen la costumbre de añadir un "pero" cuando describen algo bueno que les ha pasado. Por ejemplo, "me gusta cómo me queda este vestido pero es un poco ceñido" o "Susana ha sido muy amable hoy pero ayer me aburrí con ella", etc. Solo añadiendo el "pero" ya estamos transformando un mensaje que en principio era positivo en algo negativo, lo cual puede resultar agotador con el tiempo... Directamente no añadas peros, deja el pensamiento original y no busques una pega. Prueba a hacerlo solo durante un día entero y al llegar la noche compara la diferencia.
3) No temas acudir a un profesional. Si realmente te notas infeliz y este estado se está cronificando (hasta el punto de producirte síntomas físicos) no lo dudes y acude a un psicólogo para que te ayude a cambiar la visión que tienes sobre la vida, enseñarte a pensar de una forma más realista sobre las situaciones que vives. No temas ir ante la duda, es mejor prevenir que curar.