Tener moco cervical es clave para la concepción. El moco cervical o flujo vaginal fértil es el que se asemeja a una clara de huevo. Es el encargado de ayudar a los espermatozoides a sobrevivir y poder nadar desde el cuello uterino hasta el útero. Algunos métodos anticonceptivos secan el moco cervical para prevenir el embarazo.
Los problemas con el moco cervical pueden interferir con el embarazo. Los casos leves pueden aumentar el tiempo para quedar embarazada, pero la sequedad vaginal no necesariamente causa infertilidad. Los problemas más graves del moco cervical pueden requerir tratamiento de fertilidad o apoyo hormonal. Cuando los problemas de moco cervical se interponen en el camino de quedar embarazada, se conoce como moco cervical hostil. El moco cervical hostil puede referirse a sequedad vaginal grave, problemas con las secreciones vaginales que son demasiado ácidas o problemas inmunológicos.
La edad, las infecciones vaginales, los efectos secundarios de los medicamentos y los desequilibrios hormonales son algunas de las causas de los problemas del moco cervical. Incluso los medicamentos para la fertilidad pueden causar problemas con la sequedad vaginal.
Papel del moco cervical en el embarazo
El moco cervical es esencial para lograr el embarazo, ya que crea el ambiente ideal por el cual el semen puede prosperar y moverse libremente. Justo antes de la ovulación, los fluidos cervicales aumentan y se vuelven más como si fuesen claras de huevos crudas en su consistencia. De esta forma, el moco cervical nutre activamente las células de los espermatozoides y mejora su capacidad para moverse a través del canal cervical. Si existe cualquier tipo de problema con el moco cervical este proceso se dificulta y es más complicado lograr un embarazo.
Causas del moco cervical hostil
La hostilidad del moco cervical es un término que puede referirse a cualquier número de problemas posibles con los fluidos cervicales. Entre algunas de las causas más comunes:
- Moco espeso, seco, pegajoso es debido a desequilibrios hormonales o por problemas de ovulación. Una consistencia espesa interfiere directamente con la motilidad del esperma. Algunos efectos secundarios de los medicamentos pueden causar esto.
- Moco cervical demasiado ácido. Cuando esto ocurre se crea un ambiente hostil para el esperma. Si bien las irregularidades hormonales pueden interferir con el equilibrio del pH, la acidez también puede ser el resultado de una infección bacteriana u hongos.
- Células inflamatorias. Cuando esto ocurre se produce en respuesta a una infección en la vagina o cuello uterino. Las células pueden atacar y matar el esperma de forma activa.
- Los anticuerpos anti-espermatozoides son proteínas defensivas producidas por el sistema inmunológico en respuesta a una infección pasada donde el esperma estaba presente o involucrado. Aunque menos comunes, estos anticuerpos también pueden atacar y matar a los espermatozoides.
Efectos secundarios de la medicación
Algunos medicamentos pueden secar o disminuir la calidad de su moco cervical. Esos medicamentos pueden incluir:
- Antihistamínicos o medicamentos para la alergia
- Supresores de la tos
- Medicamentos para el resfriado y la sinusitis, especialmente si incluyen un supresor de la tos o antihistamínicos
- Algunas ayudas para dormir
- Atropina
- Propantelina
- Clomid
- Algunos antidepresivos y fármacos contra la epilepsia
Si bien los medicamentos para el resfriado y la alergia pueden disminuir las secreciones cervicales (al igual que secan el moco en la nariz), es cuestionable si pueden causar infertilidad o no. Por lo general, los medicamentos como estos se toman durante un período limitado de tiempo y no hay de qué preocuparse. Si te preocupa el efecto de un medicamento para el resfriado o para otros problemas (como antidepresivos) en su fertilidad habla con tu médico para buscar otras alternativas.
La edad también puede ser un factor que haga que el moco cervical se reseque y tengas sequedad vaginal, los desequilibrios hormonales, tener bajo peso y otros factores pueden hacer que tengas sequedad vaginal. Habla con tu médico para saber cuál es la causa y encontrar el tratamiento más adecuado para ti en tu caso concreto.