El sarampión es una enfermedad infecciosa que puede llegar a ser bastante complicada si no se trata de la forma conveniente. El contagio entre personas se da, además, con mucha facilidad, con lo cual es importante vacunar tanto a los niños como a cualquier persona que no la haya pasado para así evitar una epidemia de sarampión. Sus síntomas más comunes van desde una fiebre alta acompañada de unas ronchas, hasta rinitis y conjuntivitis, además de tos; pero si se da en adultos, a todos estos síntomas se le puede añadir una gastroenteritis e, incluso, problemas graves en el hígado.
La única forma de prevenir realmente el sarampión es poner una vacuna. En España esta vacuna contra el sarampión lleva vigente desde el año 1978, con una pequeña variación en 1982, puesto que pasó a administrarse como la conocida triple-vírica. Los niños reciben una dosis cuando cumplen un año, y a los cuatro años se les pone otra a modo de recordatorio, para que su cuerpo termine de inmunizarse a la enfermedad; al igual que la varicela, la persona que supera el sarampión no vuelve a pasarlo.
Pero, entonces, ¿por qué está teniendo lugar esta crisis del sarampión en Europa? Las autoridades médicas ya han alertado que, en lo que va de año ha habido más de cuarenta mil personas infectadas, prácticamente el doble de las personas que lo padecieron en el año 2017 al completo. Teniendo en cuenta que todavía estamos en agosto, y que el sarampión se contagia a una velocidad pasmosa, es lógico esperar que los casos aumenten. Por si fuera poco, se han contabilizado ya casi cuarenta muertes debido a esta enfermedad, para la que existe vacuna de prevención; la Organización Mundial de la Salud está muy preocupada por la situación.
¿Por qué se han multiplicado los casos?
Los casos han comenzado a multiplicarse en Europa desde el año 2016; a nivel internacional, el sarampión está considerado por la OMS como una enfermedad " muy contagiosa y grave ", por la que mueren miles de personas, sobre todo niños pequeños. El riesgo de que esto comience a suceder en Europa está presente, pese a que nuestro sistema sanitario sea muy profesional.
Respecto a este tema ha hablado Josefa Masa, especialista del Centro Nacional de Epidemiología, con el medio de comunicación 'El País'. La especialista cree que hay diversas causas por las que Europa podría estar sufriendo esta crisis, y una de ellas es que hay buena parte de la población que no está bien vacunada. A esto hay que añadir que en países como Ucrania la población no confía en sus autoridades, debido al estado político en el que se encuentran, y los niños no se están vacunando como debieran. Hay otros países donde las razones cambian, como son Alemania e Italia, donde la situación política es muy estable pero está habiendo bastantes brotes. Y es que en esos casos se debe a que está aumentando considerablemente la población que se declara "antivacunas".
Si hay una parte importante de la población que no ha sido vacunada, la transmisión del sarampión entre las personas vulnerables será extremadamente rápida. " Si viene alguien de un país en el que hay un brote a España, y alrededor de él todos están bien vacunados, no va a haber problemas. Pero si alrededor hay un montón de gente mal vacunada, se puede montar un brote ", explica, haciendo alusión a lo importante que es que haya una inmunización global a la enfermedad. Las personas no inmunes a la enfermedad, porque no hayan podido ser vacunadas por algún tipo de enfermedad, o las personas mayores, dependen de que el resto de la población esté inmunizada para reducir notablemente el riesgo de contagio.
" Hay muchas corrientes alternativas que difunden la idea de que enfermedades como el sarampión no existen, y son enfermedades leves. Los dos puntos son falsos ", puntualiza Masa. Para ella, es fundamental que las autoridades garanticen que los usuarios del sistema sanitario continúan confiando en el mismo, y vacunen siempre a sus hijos para prevenir brotes.
El movimiento antivacunas es muy peligroso
El movimiento antivacunas está mostrando ya lo peligroso que puede llegar a ser el no vacunar a los pequeños contra enfermedades que se consideraban erradicadas. Los antivacunas suelen alegar que estas son peligrosas para la salud, sin tener en cuenta la cantidad de pruebas médicas y de investigación que hay tras todas esas vacunas. En Europa, las autoridades son especialmente cuidadosas y procuran no poner en riesgo la salud de sus usuarios en ningún momento.
En el caso del sarampión, estamos hablando de una enfermedad que puede acabar siendo muy grave. En el año 2016, a nivel internacional, murieron noventa mil personas de sarampión. No es como una varicela, pese a que haya quien lo crea así, sino mucho más complicado. Por ahora, nuestro país no ha tenido muchos casos de sarampión, pero el hecho de que haya países como Francia o Italia que sí los estén teniendo es, cuanto menos, preocupante.
Qué hacer para prevenir el sarampión
Lo primero que se debe hacer para prevenir el sarampión es seguir al pie de la letra el calendario de vacunación pautado por las autoridades sanitarias. Los niños se pueden vacunar a partir de los nueve meses, y deben llevar otra dosis de recordatorio a los cuatro años; es fundamental que reciban ambas dosis para inmunizarse por completo.
Además, se recomienda a todos aquellos que no han sido vacunados por un motivo u otro que consulten si pueden ponerse la vacuna; de no ser así, sería mejor que abandonaran la idea de viajar a los países donde la tasa de sarampión está siendo más alta, puesto que podrían estar poniendo su vida en peligro. No solo su vida, sino que podrían poner muchas más vidas en peligro al regresar a España; correrían el riesgo de contagiar a todos aquellos que no son inmunes.
El sarampión tiene vacuna, con lo cual lo mejor siempre es ponérsela a los más pequeños y evitar, de esta forma, que haya contagios innecesarios, puesto que un contagio podría acabar de una forma muy grave.