La varicela es una enfermedad provocada por un virus. Normalmente, no supone un gran problema de salud ya que, generalmente, son los niños menores de 13 años aquellos que son infectados con mayor frecuencia. Es una enfermedad común ya que un porcentaje cercano al 75% de las personas entra en contacto con este virus al menos una vez en la vida. El contagio de la varicela se produce, principalmente, por vía aérea, aunque también es posible que se produzca cuando se entra en contacto con algo que haya tocado el infectado, como puede ser el caso de la ropa. No es un virus que esté durante mucho tiempo en nuestro organismo, aproximadamente unos diez días, aunque sí que es verdad que la incubación de éste dura algunos días más, entre 14 y 16.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas comunes de la varicela son d olor de cabeza, fiebre, dolor muscular, dolor de garganta, tos y, sobretodo, los pequeños granos que pueblan nuestro cuerpo. Estos suelen aparecer en primer lugar en la cabeza bajo nuestro pelo, bajando posteriormente al tronco y, por último, llegando a nuestras extremidades. Suelen aparecer entre 200 y 300, aunque pueden darse casos más graves en los que incluso se llegue a 500.
Normalmente, desaparecen por completo por sí solos, sí que es verdad que durante el tiempo que están en nuestra piel producen incómodos picores que harán que sea inevitable que nos rasquemos. Esto puede producir que algún grano se infecte y deje alguna cicatriz, por ello, para paliar los efectos del picor, existen cremas que alivian, además de la recomendación de cortarse las uñas para que no haya peligro de aparición de heridas.
La varicela en adultos
Lo más común es que el virus de la varicela se pase antes de los 13 años sin que vuelva a repetirse a lo largo de nuestra vida. Es muy raro que los adultos pasen esta enfermedad por dos razones: porque ya la han pasado cuando eran pequeños o porque se han vacunado contra ella. Para todas aquellas personas que se contagian siendo adultos, el peligro es mucho mayor.
En primer lugar, los síntomas que tenemos al padecer la varicela siendo niños, en la edad adulta, aunque sean los mismos, son bastante más agresivos, sobre todo la fiebre que llega a los 39 grados. Lo mejor es que, una vez vistos los síntomas, se acuda rápidamente a un médico. Además, un porcentaje significativo de las personas adultas que tienen la varicela, en torno al 25%, tiene el peligro de padecer, además una neumonía.
La varicela estando embarazada
Una mención aparte deben recibir aquellas mujeres que están embarazadas para las que el peligro es mayor por el riesgo a una infección congénita del feto. En el caso de que la mujer se contagie en las primeras semanas de gestació n, es posible que el feto pueda padecer malformaciones o algún tipo de minusvalía motora o psíquica. Por el contrario, si el contagio se produce al final del embarazo, habrá dos periodos de tiempo con distinto peligro para el feto.
En primer lugar, si la enfermedad se desarrolla antes del parto, el contagio al bebé no será muy grave, por el contrario, sí lo será si se contagia al recién nacido a los cinco días de nacer.
Aunque es verdad que padecer la varicela cuando uno ya es adulto puede suponer bastantes problemas, la probabilidad de que esto ocurra no es tan alta. Primeramente, porque lo más común es pasarlo cuando se es niño, además las posibilidades de contagio entre niños son altas. La otra razón es la vacuna contra la varicela. En el caso de los adultos se trata de dos dosis que tienen un alto porcentaje de éxito. Aun así, si eres adulto y aún no has pasado la varicela, lo más recomendable es que, aunque te hayas vacunado, si sabes de alguien que esté contagiado intenta guardar distancia para prevenir un posible contagio.