La N-Dimetiltriptamina (DMT) es una molécula simple y extendida que ha hecho un trabajo bastante bueno a la hora de frustrar a los científicos. Este alcaloide triptamínico, conocido como "la molécula del espíritu" por el Dr. Rick Strassman, produce una experiencia psicodélica intensa cuando se ingiere, y aparece en cantidades mínimas en la sangre y en la orina humanas, lo que sugiere que debe producirse naturalmente dentro de nuestros cuerpos. Su propósito, sin embargo, sigue siendo un misterio.
Aunque nadie ha logrado identificar la fuente o función de la DMT producida dentro del cuerpo, existen varias teorías. Es frecuente la afirmación de que la glándula pineal, que a menudo comparan con el chakra del "tercer ojo" en las pseudociencias, es la fábrica de Dimetiltriptamina del cuerpo, y Strassman popularizó la idea de que el cerebro libera grandes cantidades del compuesto cuando soñamos y durante la muerte. De este modo, explicamos la imagen profunda que experimentamos cuando dormimos y, supuestamente, cuando entramos en la luz blanca.
La N-Dimetiltriptamina (DMT) es una molécula simple y extendidaLa historia de la Dimetiltriptamina
La DMT fue sintetizada por primera vez por un químico canadiense, Richard Manske, en 1931, pero en ese momento no se evaluaron los efectos farmacológicos humanos. En 1946, el microbiólogo Oswaldo Gonçalves de Lima descubrió la presencia natural de Dimetiltriptamina en las plantas. Las propiedades alucinógenas del DMT no se descubrieron hasta 1956, cuando Stephen Szara, un pionero químico y psiquiatra húngaro, extrajo el DMT de la planta de Mimosa teniuflora y se administró el extracto a sí mismo por vía intramuscular. Estos descubrimientos formaron un vínculo entre la ciencia moderna y el uso histórico de muchas plantas que contienen DMT como un ritual cultural y religioso, su efecto sobre la psique y la estructura química de N, N- dimetiltriptamina.
El descubrimiento de una cantidad de alucinógenos en la década de 1950 y las observaciones de sus efectos en la percepción, el afecto y el comportamiento llevaron a la hipótesis de que el síndrome conocido como esquizofrenia podría deberse a un error en el metabolismo que produjo tales alucinógenos en el cerebro humano, formando un esquizo o psico-toxina. La presencia de compuestos alucinógenos endógenos, relacionados principalmente con aquellos que se parecen a la dopamina (mescalina) o serotonina (DMT), se buscaron posteriormente. Aunque se encontraron varios compuestos nuevos interesantes, los únicos alucinógenos conocidos aislados fueron los derivados del triptófano (DMT y 5-metoxi-DMT). Posteriormente, se desarrollaron datos que ilustran las vías para su síntesis endógena en especies de mamíferos, incluidos los humanos. Más de 60 estudios se llevaron a cabo en un intento de correlacionar la presencia o concentración de estos compuestos en sangre y / u orina con un diagnóstico psiquiátrico particular. Sin embargo, aún no ha habido una correlación clara de la presencia o nivel de Dimetiltriptamina en fluidos corporales periféricos con cualquier diagnóstico psiquiátrico.
El cerebro y la Dimetiltriptamina, dos desconocidos
Los alucinógenos o psicodélicos forman parte de los métodos de curación humana desde hace milenios, pero a pesar de ello, todavía hoy se desconocen los mecanismos bioquímicos mediante los cuales alteran nuestra percepción y conciencia. Es la única clase de compuestos que lo hace de manera eficiente y específica. En este sentido, no se entiende completamente la bioquímica de la percepción en sí misma o cómo vivimos una vida interna tan vívida y compleja en ausencia de estimulación externa. No entendemos los mecanismos bioquímicos básicos de algunas de nuestras experiencias más comunes, como los muchos aspectos de la creatividad, la imaginación o los estados de sueño. Esto también es cierto para los estados extraordinarios de conciencia, como las "visiones" o las alucinaciones espontáneas o fenómenos como las experiencias cercanas a la muerte.
Las experiencias derivadas de la toma de alucinógenos a menudo se comparan con los estados de sueño. Sin embargo, la experiencia provocada por sustancias alucinógenas es mucho más intensa que la sutileza de los sueños. Dada su condición de "psicodélicos" (sustancias que manifiestan la mente), un mayor estudio de los alucinógenos, particularmente con enfoques avanzados de imágenes cerebrales y biología molecular, puede proporcionar una mejor comprensión de la bioquímica "común" que crea la mente.
Quizás la ciencia detrás del descubrimiento de los opioides endógenos nos ofrezca una explicación. Con el descubrimiento del alucinógeno endógeno N, N-dimetiltriptamina o DMT, tal vez, al igual que con los opiáceos endógenos, se tenga una oportunidad similar de comprender la percepción y la conciencia. Investigaciones recientes han estimulado un interés renovado en un estudio más a fondo de este compuesto como una sustancia neuro-reguladora y, por lo tanto, como un posible objetivo neuro-farmacológico.
La DMT fue sintetizada por primera vez por un químico canadienseUna investigación que continúa
En la Breaking Convention de 2017 en Londres, una convención anual dedicada a la conciencia psicodélica, el Dr. Ede Frecska habló sobre cómo se ha averiguado que la DMT se une al receptor sigma-1, que se encuentra en todo el cuerpo. Este receptor desempeña un papel clave en la protección de las células para que no mueran cuando el oxígeno es bajo, lo que deja espacio para la idea de que la Dimetiltriptamina puede liberarse en grandes cantidades durante la muerte en un último intento por mantener a nuestras células con vida. Teniendo en cuenta este argumento, se podría plantear la hipótesis de que esta repentina producción de DMT puede causar encuentros místicos en el límite entre la vida y la muerte que a menudo cuentan las personas que han sido reanimadas tras sufrir una muerte clínica.
El Dr. Jimo Borjigin informó sobre el reciente descubrimiento de la Dimetiltriptamina en la glándula pineal de las ratas, pero el Dr. David Nichols explicó que la función principal de la glándula pineal es segregar melatonina para regular nuestros ciclos de sueño, y puntualizó que ningún estudio avala la idea de que la DMT sea segregada por la glándula pineal humana.
Parece evidente que todavía existen más preguntas que respuestas cuando se trata de la DMT endógena, aunque al menos hay más seguridad sobre sus efectos en el cerebro cuando se ingiere. Un estudio reciente encontró que los bebedores regulares de la bebida de ayahuasca, que contiene DMT, experimentan un aumento prolongado en muchos rasgos asociados con la atención plena, lo que lleva a un mejor estado de ánimo. Este efecto se ha relacionado con una disminución de las ondas cerebrales alfa bajo los efectos de la ayahuasca, así como con una reducción en el tamaño de una región del cerebro llamada la corteza cingulada posterior en los bebedores de ayahuasca a largo plazo.
