El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en el mundo, y el número de casos va en aumento. Tal y como informa la Organización Mundial de la Salud, llevar un modo de vida poco sano aumenta el riesgo de aparición de distintos tipos de cáncer.
El padecimiento de un cáncer es debido a una mezcla de factores, pero sin duda podemos reducir el riesgo al mínimo evitando ciertos hábitos dañinos para la salud y adoptando otros que mejorarán nuestro bienestar en muchos niveles de nuestra vida. Las siguientes recomendaciones son propuestas por la OMS y la Asociación Española Contra el Cáncer.
1. Elimina el tabaco
Dejar el tabaco o no empezar a fumarlo es la mejor medida que podemos tomar para prevenir el cáncer. Tal y como ilustra la OMS, el 22% de las muertes anuales por cáncer son debidas al tabaquismo. Resulta muy difícil de dejar, especialmente si no tenemos una clara motivación para ello, pero realmente debemos de hacerlo, además de ser un grave perjuicio para nuestra salud y bolsillo, estamos aumentando el riesgo de cáncer de las personas que conviven con nosotros.
El tabaco provoca cáncer, tal y como han demostrado hasta 700.000 estudios realizados en todo el mundo. Cualquier argumento que nos expongan en contra de esta afirmación no es más que un intento de justificación de no querer hacer el esfuerzo de dejarlo
2. Controla la exposición al sol
No es necesario renunciar a ir a la playa, pero sí hacerlo con precaución y responsabilidad. Sí debemos evitar la exposición prolongada a los rayos solares ( cuya capacidad dañina para la piel se ha incrementado con la debilitación de la capa de ozono ), especialmente durante las horas donde se emite más radiación solar: las 11:00 y las 16:00. Las quemaduras solares son uno de los más peligrosos factores que pueden favorecer el desarrollo de un cáncer, además si se producen durante la infancia o adolescencia aumentaremos el riesgo de tener cáncer de piel en la adultez.
Cuando tomemos el sol, echaremos un protector solar adecuado para nuestro tipo de piel y aplicarlo siguiendo las instrucciones del envase, es ecir, después de bañarnos y cada 2 horas. Es importante saber que el protector solar no va a evitar que nuestra peil se broncee.
3. Sigue una alimentación baja en grasas
Tal y como informa la AECC, la obesidad está relacionada con el posible desarrollo de tumores en el esófago, estómago, colon, mama, útero y el hígado. El mantener un peso adecuado, lejos de ser importante por cuestiones estéticas, previene la incidencia de padecer cáncer de colon, mama y esófago en un 30 y 40%. Puntualizando más en el tema del hígado, el exceso de grasa tiene consecuencias muy dañinas para este órgano, por lo que debemos controlar el exceso en su ingesta.
Una dieta equilibrada, y rica en frutas, verduras y hortalizas, nos ayudará a prevenir estos tipos de cáncer.
4. Reduce al mínimo la ingesta de alcohol
De la misma manera que ocurre con las grasas, el alcohol también produce graves daños en el hígado, además de en otras zonas del organismo. Además de evitar que el cuerpo funcione correctamente, por ejemplo, evitando la absorción de ciertos nutrientes de los alimentos, o alterando los niveles de ciertas hormonas, contiene sustancias tóxicas, como fenoles e hidrocarburos. Su consumos está asociado con cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, hígado, colon y recto, y mama.
Así que debemos limitar el alcohol lo máximo posible, tomarlo en cantidades pequeñas, y sólo aquellas fermentadas (vino, sidra, cerveza) y no destiladas (licores).
5. Realiza actividad física
No es necesario prepararnos para correr una maratón, pero sí abandonar los hábitos sedentarios en favor de una vida más activa. Bastará con integrar la actividad en nuestra rutina, como por ejemplo optando más por caminar o andar en bicicleta en vez de coger el coche, o utilizando las escaleras y no el ascensor.
Sea cual sea la actividad que elijamos para mejorar nuestra salud, no basta con realizarla de forma intensa uno o dos días a la semana, deberemos distribuirlo durante varios días. La OMS recomienda 150 minutos (2 horas y media) de actividad física (no necesariamente ejercicio físico) a la semana.
6. Descansa correctamente
Durante las horas de sueño nuestro cuerpo realiza algunas de las actividades más importantes para garantizar su bienestar, es el momento en el que se recupera de todo lo ocurrido durante el día, regula sus funciones fisiológicas, repara cualquier daño amenazante (por eso es importante dormir y descansar cuando enfermamos) y nos da energía para afrontar el siguiente día de manera plena. No descansar bien debilita nuestro sistema inmunitario, y favorece la aparición de enfermedades como el cáncer.
7. Elimina el exceso de estrés en tu vida
Si el estrés está fuertemente presente en nuestras vidas, debemos de eliminarlo completamente. ¿Qué quiere decir ésto? Que debemos reorganizar nuestro día a día para evitar las tensiones que nos están dañando el cuerpo. T omar más descansos, no intentar abarcar todo el trabajo en poco tiempo, dedicar tiempo a nuestro bienesta r y, sobre todo, relajarnos. La actividad física y dormir bien nos ayudarán en esta tarea.
El igual que ocurre con unos malos hábitos de sueño, el estrés debilita nuestro sistema inmunitario, favorece el mal funcionamiento de nuestros órganos y, a la larga, sus consecuencias lo convierten en uno de los factores más negativos y dañinos para nuestra salud.
8. Evita exposiciones innecesarias
Si trabajas en un ambiente donde existe exposición a sustancias potencialmente cancerígenas, debes de respetar todas las medidas de seguridad indicadas para tu puesto de trabajo. Por otro lado, utiliza siempre que puedas los llamados espacios libres de humo. La exposición prolongada al tabaco que fuman otras personas a tu alrededor pueden aumentar en un 35% la probabilidad de desarrollar un cáncer broncopulmonar.