"Eres lo que comes", es un viejo adagio que se nos viene a la cabeza a una edad temprana, y por una buena razón, según casi todos los expertos en salud del planeta. Sin embargo, en los últimos años, ese mantra ha comenzado a cambiar un poco: claro, la calidad y la cantidad son claramente factores dietéticos muy importantes. Pero muchos expertos en salud comienzan a pensar que el tiempo puede ser tan crucial. Siempre nos hemos centrado en lo que comemos, pero casi nunca en cuándo comemos.
El ayuno no es nada nuevoLa ciencia detrás del ayuno intermitente
El ayuno no es nada nuevo; de hecho, el concepto se remonta a la antigüedad. Pero el método estructurado de ayuno intermitente, en el que restringe tu alimentación diaria dentro de un período de tiempo específico, ha ganado popularidad recientemente con el aumento de la dieta cetogénica. La idea es que abstenerse de comer durante períodos de tiempo más largos de lo normal ayuda a poner a su cuerpo en un estado de cetosis, lo que lo lleva a quemar grasa para obtener energía en lugar de carbohidratos.
Existen muchos beneficios del ayuno intermitente como por ejemplo: pérdida de peso, mejor estado mental, menor inflamación y mejor reparación celular. Solo 4 horas de ayuno reducen los niveles de monocitos pero 20 horas sin comida, un ayuno mucho más desafiante, condujeron a caídas aún más grandes.
Al comer de acuerdo con el momento en que nuestro cuerpo está mejor preparado para usar alimentos, básicamente pirateamos nuestro metabolismo y optimizamos la salud. Por el contrario, comer fuera de sincronía con nuestro ritmo circadiano puede provocar aumento de peso y otros problemas de salud.
Quizás en lugar de una regla rígida de "no comer después de las 4:00 p.m", el viejo adagio ·desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo" es algo que todos deberíamos seguir para un buen estilo de vida.
Comer mejor más temprano durante el día es mejor para perder peso a corto y largo plazo. En cambio tomar más calorías al final del día puede provocar un aumento significativo del peso, aunque las calorías diarias sean las mismas en total.
Dietas que aprovechan el momento de la comida
Además del ceto y el ayuno intermitente, hay algunas otras dietas que ponen un énfasis serio en el horario de las comidas y el ayuno.
Comer más durante la mañana y menos durante la tarde/noche
El sol pone nuestro ritmo circadiano y nuestro cuerpo está preparado para comer cuando sale el sol y rápido cuando está oscuro. Además, comer más temprano en el día y menos en la tarde es fundamental. El desayuno y el almuerzo deben ser las comidas más grandes del día y la cena las más pequeñas. Idealmente, debes comer tus alimentos tradicionales para la cena (proteínas, verduras, etc.) más temprano en el día y evitar los carbohidratos simples como el azúcar y las grasas saturadas.
Lo ideal es tener una ventana de al menos 12 horas o más de ayuno cada día, aunque hay personas que lo hacen incluso de 16 horas. Teniendo en cuenta las horas de la noche para que se pasen antes las horas de ayuno, son muchas las personas que se suman a esto.
Lo ideal es tener una ventana de al menos 12 horas o más de ayuno cada díaAyuno en días alternos
Este método de alimentación ha sido popular durante algunas décadas e implica alternar días de restricción calórica extrema (días rápidos) con días de comer normalmente (días festivos). Sin embargo, a pesar de su popularidad, ha habido poca evidencia científica para respaldar las afirmaciones de que puede ayudar con la pérdida de peso o el mantenimiento del peso, o mejorar la salud del corazón.
La dieta 5: 2 (también conocida como la dieta rápida)
Ayunar dos días a la semana induce a tu cuerpo a quemar grasa y promueve la pérdida de peso. En esta dieta, comerás normalmente cinco días a la semana y luego ayunará los otros dos, consumiendo solo 500 a 600 calorías. Esas calorías se pueden consumir durante una sesión o extenderse durante el día. También puedes elegir cuándo hacer los días rápidos, escalonándolos durante la semana o haciéndolos consecutivamente.
