Es posible que la comida que más te gusta no sea muy apta para comer saludablemente o para mantener una dieta restringida en calorías... Si sueles estar cerca de otras personas que comen comidas que te gustan (con demasiadas calorías...) es posible que te sientas tentado de saltarte a la torera la dieta. También puede que te ocurra esto cuando estás comprando en el supermercado y vas de un pasillo a otro pasando de los alimentos saludables a los que no deberías comer...
Si abusas de los alimentos demasiado cargados de calorías o azúcares, con el tiempo, pueden causarte daño y problemas tanto físicos como emocionales. Una comida ocasional que te gusta, no tiene por qué hacerte daño si luego sigues tu dieta saludable... ¡incluso puede tener beneficios! Si se usa sabiamente, las comidas que te gustan pueden ayudarte a sentirte menos privado y recompensarte de cierto modo cuando cumples objetivos. Si te lo prohibes totalmente, quizá sientas hasta ansiedad.
Beneficios físicos
La restricción prolongada de calorías puede llevar a deficiencias nutricionales y reducir el crecimiento muscular si no consume la ingesta diaria recomendada de proteínas, carbohidratos, grasas y nutrientes. Hacerlo puede llevar a una caída de la leptina, una hormona que ayuda al cuerpo a regular el hambre y el metabolismo.
Contrariamente al objetivo previsto, los niveles bajos de leptina pueden llevar a una ralentización de tu metabolismo y reducir la pérdida de grasa con el tiempo. Al aumentar periódicamente las calorías con comidas que te gustan, especialmente aquellas con alto contenido de carbohidratos complejos, puede aumentar los niveles de leptina y aumentar el metabolismo para promover la pérdida de grasa.
La proteína también juega un papel importante, haciéndote sentir más saciado más rápido al influir en las hormonas que regulan el apetito. La proteína también tiene efectos termogénicos, aumentando la capacidad de quema de calorías durante la digestión. Para hacer que una comida que te gusta y que tiene más calorías de las que te gustaría ingerir sea beneficiosa, escoge. alimentos con alto contenido de proteínas y carbohidratos de calidad, como carne y patatas al horno, espaguetis y albóndigas, pizza de carne o una hamburguesa con un poco de pan de trigo integral.
Beneficios psicológicos
Las personas que luchan con la alimentación emocional pueden tener problemas para moderar su ingesta y pueden desanimarse por la rigidez de la mayoría de los planes de dieta para perder peso. Los descansos planificados de una dieta pueden proporcionar alivio psicológico y aumentar tus posibilidades de seguir con la dieta. Si esto falla, puede ser un buen momento para cambiar a una estrategia nutricional más equilibrada que no se base únicamente en la restricción de calorías.
Un truco es agotar tus reservas de glucógeno. El glucógeno es la forma almacenada de la glucosa en azúcar en la sangre que tu cuerpo utiliza para obtener energía. La forma más sencilla de agotar el glucógeno es con el ejercicio, quemando efectivamente la glucosa de los músculos para que tenga suficiente espacio para una comida de las que te gustan... Incluso 20 minutos de ejercicio de intensidad moderada a alta pueden ayudar a quemar calorías en lugar de limitarlas. El ejercicio también aumenta las endorfinas que promueven sentimientos de bienestar.
Al añadir ejercicio en tu vida, te permites tomar un enfoque más sostenible para perder peso. Además, si alcanzas un determinado objetivo de acondicionamiento físico cada semana, por ejemplo, correr cierta distancia, puedes recompensarte con una comida de las que te gustan. Así no te sentirás tan privado de lo que te gusta y tendrás una perspectiva más positiva de la pérdida de peso, centrándote en los beneficios en lugar de en las cargas.
Puedes engañar a tu dieta
La mejor estrategia para engañar en tu dieta sin que tenga demasiado repercusión, es planear tu comida con anticipación. Esto te ayudará a mantener una perspectiva positiva al mismo tiempo que controla de cerca tu ingesta dietética.
Cualquiera que sea el plan de pérdida de peso, el objetivo final es quemar más calorías de las que consumes; es tan simple como eso. Entonces, sé estratégico y mantén un registro de todos los alimentos que comes y todo el ejercicio que haces. Recuerda que no tienes que estar comiendo todo el día de manera excesiva... come una vez lo que te gusta y el resto del día mantén tu ritmo de comida saludable.