La dieta Keto es bastante famosa porque suele tener buenos resultados, aunque es una dieta que no es buena opción para todo el mundo. Es una dieta cetogénica y cada vez son mas las personas que se suman a este tipo de dieta. Esta dieta deriva aproximadamente el 75% de las calorías diarias de las grasas y el 20% de las proteínas y el 5% de los carbohidratos. Cada vez son más los expertos que se suman a decir que vale la pena probarlo, solo si realmente puedes hacerlo.
Esta dieta se centra en añadir grasa y proteínas y restar carbohidratos, no reducir calorías, por lo que no ralentiza el metabolismo cuando vuelves a una dieta estándar... Pero no todo es tan bonito. Como cualquier plan de alimentación, aprobado por expertos o no, la dieta ceto no es para todos. Sigue leyendo en busca de algunas señales de que esta dieta no es para ti.
Estás embarazada
Para permanecer en la cetosis, debes limitar los granos y las verduras, que, aunque tienen un mayor contenido de carbohidratos, están cargadas con importantes vitaminas prenatales (como el folato) que son cruciales para el desarrollo de tu bebé. Las mujeres embarazadas no deberían hacer ninguna dieta de moda y si tienen que hacer alguna por sus circunstancias personales siempre deberán estar seguidas por un médico.
Siempre es una buena idea limitar los carbohidratos refinados, pero las mujeres embarazadas no deben restringir las frutas y los vegetales para perder peso y menos en su estado.
Eres vegano
La dieta ceto requiere que limites las frutas, los vegetales y los granos, todos los alimentos básicos de una dieta vegana. Si bien no es imposible seguir una dieta ceto como vegetariana, es difícil hacerlo correctamente si pones huevos y productos lácteos en tu lista de prohibidos.
A los veganos les será difícil obtener suficiente hierro, vitamina B-12, colina y proteínas en una dieta ceto. Si está comprometido con tu dieta vegana, aún puedes beneficiarte de reducir los carbohidratos refinados y el azúcar. Consume frutas, verduras y alimentos integrales para bajar de peso de manera saludable.
No lo vas a hacer completo
Si haces una dieta cetogénica, tienes que ser más consciente de tu consumo de grasas saturadas, algo que puede causar problemas cardíacos con el tiempo. Así que solo porque la dieta es casi toda proteína y grasa no significa que tengas que comer hamburguesas con queso todo el día.
Deberías limitar tu consumo de grasas saturadas a menos del 10% de tu dieta, que no es más de 200 calorías por día en una dieta de 2.000 calorías.
Has tenido un trastorno alimenticio
Aunque una dieta ceto no restringe las calorías, te obliga a pensar mucho en los alimentos. Necesitas leer las etiquetas, planificar con anticipación y limitarte en situaciones sociales. Esto puede ser perjudicial para una recuperación de trastorno alimenticio. Si tienes o has tenido un trastorno alimentario es mejor que hables con un dietista cualificado antes de empezar con la dieta keto.
Un profesional puede ayudarte a lograr tu objetivo sin seguir una dieta restrictiva que podría perjudicar su recuperación", dice ella. También puede evaluar si estás lo suficientemente estable en la recuperación para considerar tal decisión y controlar tus necesidades nutricionales para asegurarte de que no vuelvas a caer en el trastorno alimentario.
Tienes cálculos renales
Hacer una dieta keto podría aumentar el riesgo de tener cálculos renales. Las personas consumen más proteínas en una dieta Keto, que se cree que aumenta los niveles de ácido úrico (un componente de algunos cálculos renales) y disminuye los niveles de citrato (una sustancia que previene los cálculos renales).
La buena noticia es que no deberías tener un problema si solo estás en cetosis durante cortos períodos de tiempo. Lo ideal es permanecer en cetosis durante dos meses y luego tomarse un par de meses libres.