El mioma uterino es el tipo de tumor benigno más común en las mujeres en edad reproductiva, causa de infertilidad en muchas de ellas. Se trata de un fibromioma que se origina en el tejido uterino, el tamaño varía y en la mayoría de los casos no produce síntomas. Es frecuente que el diagnóstico se realice en una exploración ginecológica rutinaria, especialmente en estadios iniciales. Se desconoce la causa exacta que los origina, sin embargo, se ha encontrado una relación estrecha entre las hormonas femeninas y la estimulación del crecimiento de los miomas. Las mujeres obesas, con hipertensión, de raza negra o con antecedentes familiares son más propensas a padecerlos. Aunque su carácter es benigno el crecimiento del mioma dentro del útero y las consecuencias de ello en la salud ginecológica de la mujer, hacen que esta patología no pase desapercibida y que requiera una vigilancia médica estrecha.
1. El mioma uterino en cifras
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha calculado que m ás del 70% de las mujeres desarrollarán algún tipo de mioma uterino a lo largo de su vida. Y de estas mujeres, casi la mitad de ellas estarán en la franja de edad de 35 a 55 años. Se estima que existen 24 millones de mujeres afectadas en toda Europa. En muchos casos los miomas uterinos son de pequeño tamaño y cerca del 30% de las mujeres afectadas no presenta síntomas, por lo que es común que las mujeres no consulten a sus médicos hasta pasados tres o cinco años.
No hay que alarmarse pues se trata de una patología benigna, y sólo el 0'5 % de los miomas uterinos pueden tornarse en tumoraciones cancerígenas. El tratamiento quirúrgico es el más común, sin embargo, existe un tratamiento médico denominado acetato de ulipristal , utilizado en España desde el año 2013, que ha demostrado reducir el tamaño del mioma cerca de un 25%, en más de la mitad de los casos. Como consecuencia casi un 50% de las mujeres afectadas evitan la cirugía.
Los miomas intramurales son los más frecuentes, correspondiendo su cifra al 55%, seguidos de cerca por los subserosos, que constituyen el 40% de los miomas uterinos.
2. ¿Qué los origina?
La razón por la algunas mujeres desarrollan miomas uterinos aún es del todo desconocida. Se ha descubierto que los cambios hormonales que sufre la mujer a lo largo de su vida, especialmente en sus ciclos menstruales tendrían una relación directa con la formación de miomas. Por esta razón, los miomas se forman con más frecuencia en mujeres jóvenes aún en edad fértil. Las hormonas femeninas, estrógenos y progesterona, estimularían a aparición de miomas en el miometrio, una de las capas del útero.
3. ¿Qué mujeres tiene más riesgo?
Por lo general, los miomas uterinos aparecen entre los 35 y 55 años, siendo las edades comprendidas entre los 45 y los 55 años, los que presentan más incidencias. Existen además, mujeres que por sus características tienen más riesgo de desarrollar miomas endometriales, como son las mujeres obesas, las que tienen antecedentes familiares directos, madres y hermanas, si tiene hipertensión, si nunca han sido madres, o son de raza negra, entre otras.
4. ¿Cómo puedo saber si tengo un mioma uterino
Cerca de un tercio de las mujeres afectadas por miomas uterinos no experimentan síntomas, y la mayoría de los casos el diagnóstico se realiza en revisiones ginecológicos rutinarias. En otros casos dependiendo del tamaño o localización pueden aparecer algunos síntomas. Es importante que las mujeres sean capaces de reconocerlos e identificarlos pues en la mayoría de los casos, especialmente en estadios iniciales, son síntomas indeterminados y poco alarmantes. Los más frecuentes son: aumento del sangrado menstrual o sangrados espontáneos fuera de la menstruación, aumento del tiempo de sangrado en la menstruación. Todo ello en consecuencia puede desencadenar anemia ferropénica. Otros síntomas: dolor de espalda, aumento de peso, edemas y piernas hinchadas, dolor durante las relaciones sexuales y necesidad de orinar con más frecuencia.
5. Tipos de mioma uterino
Existen tres tipos de miomas uterinos, los subserosos, los intramurales y los submucosos. Los intramurales son los más comunes y aparecen dentro de la pared del útero. Los subserosos son los siguientes en frecuencia, y se sitúan en la superficie del útero de la mujer. Por último, los submucosos, se encuentran dentro de la cavidad del útero. Los miomas subserosos apenas ocasionan síntomas de la mujer afectada, sin embargo, los otros dos tipos al encontrarse dentro del útero afectan al endometrio uterino, capa interna del útero, y en consecuencia, la mujer puede experimentar alteraciones menstruales en cuanto a abundancia y duración, sangrados y dolor. Estos dos tipos pueden llegar a provocar problemas de fertilidad, pues ambos alteran el riego sanguíneo que debe llegar al útero, desencadenado por lo general abortos espontáneos.
6. El mioma uterino y su relación con la fertilidad
Dado que suceden principalmente en mujeres de edad fértil y que afecta al útero, es común la preocupación sobre la afectación de la fertilidad en la mujer con miomas. El aumento del riesgo de infertilidad viene determinado por el tamaño, número y localización de los miomas. Los miomas de gran tamaño pueden interferir en la fertilidad y complicar el embarazo, es frecuente que provoquen abortos espontáneos en el primer trimestre de gestación o partos prematuros. Así mismo, pueden alterar el posicionamiento del bebé durante la gestación y dificultar la fase expulsiva durante el parto. Otros de los efectos que tiene sobre la fertilidad de la mujer es que pueden comprimir alguna zona del útero alterando la cavidad y dificultando la implantación y crecimiento del embrión, además pueden alterar el funcionamiento de las trompas de Falopio. No todo son malas noticias, está demostrado que la extirpación de los miomas no impide un embarazo futuro en la mayoría de las mujeres.
7. Mioma uterino durante el embarazo
No es raro que los cambios hormonales durante el embarazo provoquen el crecimiento de miomas, esto ocurre en un pequeño porcentaje de casos. Durante las revisiones el útero presenta un tamaño mayor al correspondiente por edad de gestación. Los miomas, hasta los de gran tamaño no son incompatibles con el embarazo, pero como hemos mencionado pueden dificultar la gestación y el parto, por lo que deben seguir una vigilancia estrecha. Los expertos recomiendan estos casos una actitud expectante interviniendo sólo en ocasiones si aparecen complicaciones que pongan en peligro la salud de la madre y/o el bebé. Tras el parto muchos de los miomas se reducen hasta casi desaparecer. En cualquier caso se recomienda valorar la posibilidad de eliminarlos antes de un nuevo embarazo.
8. Mioma uterino y cáncer
Los miomas son crecimientos anormales de carácter benigno y sólo en un 0,5 % de los casos se convierten en tumoraciones malignas, denominadas sarcomas. Los sarcomas son un tipo de cáncer que afecta a los tejidos.