Es posible que alguna vez hayas escuchado el término "metástasis" o cuando el cáncer se propaga dentro del cuerpo de la persona afectada. ¿Por qué las células cancerosas se propagan cuando las células normales permanecen donde están? ¿Y cómo terminan en partes del cuerpo muy alejadas del tumor original?
La metástasis
El cáncer, se queda dónde comienza originalmente, puede ser tratable con cirugía y otros tratamientos como la quimioterapia. Pero existe cierto miedo tanto por parte de los médicos como de los pacientes a que ocurra la metástasis, es decir que haya una propagación del cáncer. Esto suele ser el causante del 90% de las muertes por cáncer. Afortunadamente, en la actualidad existen estudios para intentar detener la propagación del cáncer.
¿Por qué se propaga el cáncer?
El cáncer comienza después de una serie de mutaciones que conducen a células que se dividen como si fueran inmortales (que nunca mueren). A esto le sigue el crecimiento de un tumor que puede invadir los tejidos y órganos cercanos. Pero, ¿cómo se separan las células cancerosas del tumor (a diferencia de las células normales)? ¿Por qué permanecen en el órgano al que pertenecen y se extienden?
Una forma simplista de verlo es que las células normales son "pegajosas". Las células se adhieren unas a otras. Las células científicamente normales producen sustancias llamadas moléculas de adherencia que las hacen pegarse entre sí. Las moléculas de adhesión se pueden ver como similares al pegamento. Las células cancerosas, por el contrario, carecen de estas moléculas de adhesión, lo que les permite separarse y, por lo tanto, viajar. Las células normales también entienden sus límites mejor que las células cancerosas al comunicarse con las células y los tejidos colindantes.
El primer lugar donde se propaga el cáncer es cerca de donde comienza el tumorFormas de propagación del cáncer
Una vez que una célula cancerosa está suelta (habiendo escapado debido a la falta de productos químicos de adhesión que la unen al tumor, así como a otros mecanismos), es libre de viajar y moverse por el organismo. Hay tres rutas principales en que puede tomar:
- A nivel local. El primer lugar donde se propaga el cáncer es cerca de donde comienza el tumor. Los médicos usan las palabras "local" o "regional" para describir este tipo de diseminación. En cierto modo, esto es como el crecimiento de un tumor benigno, pero de otras maneras es diferente. Si bien los tumores benignos pueden causar problemas (especialmente si se encuentran en un espacio cerrado como el cerebro) tienden a ser más respetuosos con los tejidos que los rodean y solo causan daño cuando empujan en los tejidos cercanos. Los cánceres, por el contrario, ignoran esos límites y pueden invadir los tejidos y órganos colindantes a nivel regional o localmente cerca del tumor original. Esta extensión es parecida a una garra en el tejido circundante.
- En el torrente sanguíneo. Las células cancerosas también pueden circular por torrente sanguíneo a través del cual se transportan alrededor del cuerpo.
- A través del sistema linfático. El sistema linfático desempeña un papel importante en la defensa del cuerpo contra el cáncer, pero también puede servir como un conducto a través del cual se propaga. Después de expandirse localmente, los cánceres tienden a propagarse a los ganglios linfáticos cercanos a través de los canales linfáticos.
La propagación (metástasis) de los tumores es responsable de la mayoría de las muertes por cáncerQué ocurre después
Una vez que las células cancerosas se diseminan a otra parte del cuerpo y comienzan a formar un tumor, es necesario que el tumor tenga una fuente de nutrición. Lo logran mediante un proceso de formación de nuevos vasos sanguíneos para aportar nutrientes al cáncer. Esto se conoce como angiogénesis. Se han usado medicamentos llamados inhibidores de la angiogénesis para algunos tipos de cáncer, y se está trabajando para encontrar medicamentos que detengan el proceso de formación de vasos sanguíneos por parte de los tumores para que no puedan crecer.
La propagación (metástasis) de los tumores es responsable de la mayoría de las muertes por cáncer. Pero las consecuencias pueden variar dependiendo de dónde se propague el cáncer. La diseminación al cerebro puede causar convulsiones, parálisis y muerte. La diseminación a los pulmones puede comprometer la función pulmonar. La diseminación a los huesos puede causar fracturas y la discapacidad asociada con las fracturas.
