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SALUD FEMENINA

Conoce los riesgos del legrado

Conoce los riesgos del legrado
María del Valle Mejías Morón
Última actualización: 12 Junio 2019
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Cuando pensamos en la técnica del legrado, nos viene a la cabeza una intervención bastante complicada y traumática... Pero, ¿en qué consiste realmente?

El legrado es una intervención ginecológica también conocida como raspado uterino. Se llama así porque consiste en extraer parte de la capa interna del útero a través de una técnica instrumental cuando se produce un exceso de sangrado. Esta intervención se puede llevar a cabo por varios factores ginecológicos. El caso más común es cuando se produce un aborto natural y espontáneo en el interior del útero, pero también existen otros casos como los estudios de periodos menstruales irregulares, las menopausias o incluso el diagnóstico del cáncer de cuello de útero.

El legrado se realiza comúnmente con una anestesia general o una epidural, dependiendo del caso, de la situación médica y de la misma persona, y no dura más de 15 minutos. Primero se realiza una dilatación para poder introducir los instrumentos para la extracción a través del útero y luego se realiza el llamado curetaje con ayuda de una varilla. En la mayoría de los casos y tras unas horas de reposo, la paciente puede volver a casa a guardar reposo durante unas 24-48 horas.

El legrado se realiza comúnmente con una anestesia general o una epiduralEl legrado se realiza comúnmente con una anestesia general o una epidural

Cuando pensamos en la técnica del legrado, nos viene a la cabeza una intervención bastante complicada y traumática, ya que sobre todo la relacionamos con el aborto y la pérdida del bebé, pero la realidad es que se trata de una intervención bastante realizada y conocida desde hace muchas décadas y que no supone muchos riesgos para la mujer. Sí que hay que tener en cuenta que los casos en los que el legrado se produce tras un aborto espontáneo, la mujer puede llegar a tener consecuencias psicológicas traumáticas por todo lo que supone la pérdida, pero no existen otras consecuencias relacionadas con la salud de las que haya que preocuparse.

Posibles riesgos tras la intervención del legrado

Aunque no se suelan producir graves consecuencias tras la realización de un legrado, uno de los riesgos más comunes es que se produzca un sangrado abundante tras la intervención, que puede llegar a durar varios días. Ante este caso lo habitual es mantener a la paciente unas horas más ingresada en el centro donde se ha realizado la intervención para mantenerla en observación, o enviarla a casa con la indicación de que vuelva si el sangrado no disminuye. El sangrado se suele producir normalmente en la zona más superficial del útero tras haber realizado la intervención quirúrgica, por lo que simplemente hay que esperar a que cicatrice.

Otro de los riesgos más habituales es la punción del útero. Esta se produce al introducir el instrumental quirúrgico dentro del cuello uterino, incidiendo de manera excesiva en la superficie y llegando a producir una herida. Ya no es tan habitual que esto suceda porque los cirujanos se ayudan de instrumentos de visualización como cámaras que introducen a la vez que el instrumento para controlar en todo momento el recorrido y el interior de la cavidad y poder desarrollar mejor el legrado. En casos un poco más complicados, puede suceder que durante la dilatación o el curetaje, el cuello del útero llegue a desgarrarse. En el caso de que sea un desgarre pequeño del tejido, en la misma intervención se coserá para que cicatrice lo antes posible.

Debes recordar que el legrado es una técnica quirúrgica ginecológica que se realiza diariamenteDebes recordar que el legrado es una técnica quirúrgica ginecológica que se realiza diariamente

Tras la intervención del legrado, el tejido del cuello del útero tiene que cicatrizar con el paso de las horas y los días, y en algunos casos puede darse la situación de que se produzca una oclusión de estos tejidos, que pueden llegar a unirse y evitar un futuro embarazo. Por eso son importantes las revisiones posteriores y los estudios antes de buscar un embarazo, sobre todo en los casos en los que el legrado se ha realizado a causa de un aborto espontáneo.

Por último hay que tener en cuenta los posibles riesgos que supone el legrado como intervención quirúrgica que es. Toda intervención que se produce dentro de un quirófano tiene unos riesgos comunes con los que hay que contar, sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando de introducir material instrumental dentro del interior de un cuerpo, lo que conlleva riesgo de infección. Es evidente que los instrumentos que se utilizan dentro de un quirófano están debidamente esterilizados, al igual que la higiene de los miembros del equipo médico que se encuentran en la sala, pero hay que tener en cuenta que las infecciones pueden llegar a producirse por los mismos microbios que se encuentren en el interior del cuello uterino de la paciente.

Las infecciones causadas por algún tipo de microbio que se encuentre en el interior del cuerpo de la paciente será siempre tratado con antibióticos y observando el proceso de recuperación para que no haya que volver a realizar otro legrado.

Aun así, debes recordar que el legrado es una técnica quirúrgica ginecológica que se realiza diariamente y que está ampliamente controlada, por lo que no debes tener miedo si tienes que someterte a una intervención de este tipo ya que en la mayoría de los casos no supone ninguna complicación.

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