Para muchos ser adicto al ejercicio no tendría que ser algo malo, pero en realidad, serlo, puede hacer que tengas problemas bastante serios. Aunque es cierto que hacer ejercicio tiene numerosos beneficios para la salud física y emocional de las personas y es esencial para el bienestar... como todo en la vida, cuando se abusa se puede convertir en algo con consecuencias perjudiciales para ti.
Cuando el ejercicio se vuelve peligroso
Varias características distinguen el ejercicio regular saludable de la adicción al ejercicio. En primer lugar, la adicción al ejercicio es inadaptada, por lo que en lugar de mejorar la vida de la persona, causa más problemas. La adicción al ejercicio puede amenazar la salud, causar lesiones, daños físicos debidos a un descanso inadecuado y, en algunos casos (especialmente cuando coexiste con un trastorno alimentario), la desnutrición y otros problemas.
En segundo lugar, es persistente, por lo que un adicto al ejercicio hace demasiado ejercicio y por mucho tiempo sin darle al cuerpo la oportunidad de recuperarse. Las personas que se esfuerzan mucho al hacer ejercicio emplean tiempo y días para recuperarse después. Una persona que es adicto al ejercicio hará todos los días, sin tener en cuenta si siente fatiga o enfermedades. Como cualquier otra adicción, si las personas adictas al ejercicio no pueden practicarlo sentirán ansiedad, frustración o problemas emocionales.
Para muchos ser adicto al ejercicio no tendría que ser algo maloControversia ante la adicción al ejercicio
La adicción al ejercicio es contradictora puesto que es un comportamiento saludable y muy promovido, por lo que es importante para la prevención y el tratamiento de una gran variedad de dolencias, puesto que el ejercicio puede ser una parte efectiva del tratamiento para otros problemas de salud mental o físicas.
El ejercicio incluso se promueve como parte de un programa completo de recuperación de otras adicciones. Forma parte de enfoques nuevos y efectivos para el tratamiento de problemas de salud mental que comúnmente ocurren con las adicciones, como la depresión y el trastorno límite de la personalidad. Es comprensible cómo algunos se confunden por cómo el ejercicio podría ser una adicción en sí misma.
La adicción al ejercicio no se incluye actualmente en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM-5), aunque varios autores han sugerido criterios diagnósticos. El ejercicio excesivo se incluye en el DSM-5 como uno de los criterios para el trastorno alimentario bulimia nerviosa, junto con otros "comportamientos compensatorios" utilizados para prevenir el aumento de peso, como vómitos autoinducidos, ayuno y mal uso de laxantes.
¿Cómo es la adicción al ejercicio?
Existen varias similitudes entre la adicción al ejercicio y la adicción a las drogas, incluidos los efectos sobre el estado de ánimo, la tolerancia y la abstinencia. Los neurotransmisores y el sistema de recompensa del cerebro están involucrados en el ejercicio y otras adicciones. Por ejemplo, se ha encontrado que la dopamina desempeña un papel importante en los sistemas de recompensa en general, y se ha demostrado que el ejercicio excesivo y regular influye en partes del cerebro relacionadas con la dopamina.
Al igual que otras sustancias y conductas adictivas, el ejercicio está asociado con el placer y la conveniencia social, cultural o subcultural. Las personas que desarrollan adicción al ejercicio tienden a ser inflexibles en sus pensamientos, similares a las personas con otras adicciones, y esto puede reforzar el patrón de adicción al ayudarlos a hacer ejercicio con regularidad. Incluso las personas con alto riesgo de desarrollar adicción al ejercicio son apoyadas para realizar ejercicio por familiares y amigos... por lo que no ven que su conducta sea un problema, si no más bien, todo lo contrario.
Las personas en riesgo de adicción al ejercicio tienen dificultades en otras áreas de sus vidasEjercicio saludable vs no saludable
Los adictos al ejercicio aumentan la cantidad de ejercicio para volver a experimentar los sentimientos de escapismo o la intensidad natural que habían experimentado previamente con períodos más cortos de ejercicio. Tienen síntomas de abstinencia cuando no pueden hacer ejercicio y tienden a volver a los niveles altos de ejercicio después de un período de abstinencia o control. El 3% de las personas que hacen ejercicio se muestran adictos.
Si bien los deportistas comparten muchas razones para hacer ejercicio, sean o no adictos (salud, condición física, control de peso, imagen corporal y alivio del estrés), los deportistas que no son adictos mencionan otras razones que los adictos al ejercicio no comparten, como el disfrute social, relajación, y tiempo a solas.
Las personas en riesgo de adicción al ejercicio tienen dificultades en otras áreas de sus vidas que los llevan a hacer ejercicio a niveles peligrosos. Sienten firmemente que el ejercicio es lo más importante en su vida, y utilizan el ejercicio como una forma de expresar emociones como la ira, la ansiedad y el dolor, y para lidiar con el estrés en el trabajo y las relaciones. Algunos saben que su ejercicio excesivo ha causado conflictos con los miembros de su familia. Una función central de la adicción al ejercicio es la sensación de control sobre el estado de ánimo, el cuerpo, el entorno que proporciona el ejercicio. También proporciona un sentido de la estructura. Irónicamente, al igual que con otras adicciones, el intento de ejercer el control conduce a una pérdida de control sobre la capacidad de equilibrar la actividad con otras prioridades en la vida.
¿Eres adicto al ejercicio? ¡Debes cuidar mejor tu salud!
Si crees que puedes tener una adicción al ejercicio deberás acudir al médico y explicarle lo que te ocurre para que pueda ayudarte en ello. Aunque es cierto que el ejercicio puede ayudarte a controlar y manejar los sentimientos de estrés y ansiedad y que los sentimientos negativos desaparezcan poco a poco de tu vida... Si tienes la necesidad de hacer ejercicio y esa necesidad es mayor que la necesidad de manejar tus propios sentimientos o relaciones, entonces necesitarás ayuda de un profesional para equilibrar tus emociones.
Hacer ejercicio es saludable y es algo que debes priorizar en tu vida, pero sin permitir que el ejercicio controle tu vida o tenga consecuencias negativas tanto en tu persona como en las relaciones interpersonales. El ejercicio debe formar parte de tu vida, ayudarte a tener una mejor salud pero no debe ser el motivo que te cause problemas emocionales o físicos. Mantén una actividad deportiva saludable junto con una alimentación equilibrada.
