El ciprofloxacino es un antibiótico que actúa destruyendo las bacterias que causan infecciones. No solamente eso, puede además provocar a niveles bajos de azúcar en sangre. En forma genérica se puede comprar como Baflox, Ciproquim o Ciloxfam. Su composición química es similar al ofloxacino o moxifloxacino.
La acción de la enzima que permite que la bacteria causante de la infección permanezca con vida, se frena con el agente activo del antibiótico. Con esta acción, la bacteria no puede desarrollarse y se debilita ante el sistema inmunitario sin poder dañarle.
El uso del ciprofloxacino se produce en:
- El tratamiento de infecciones de próstata.
- El tratamiento de infecciones urinarias.
- Diarreas bacterianas, causadas por la Salmonella, Proteus mirabilis...
- Otitis.
- Gonorrea.
- Infecciones intestinales.
- Infecciones cutáneas.
- Infecciones óseas y de las articulaciones.
- Infecciones pulmonares.
- Infecciones de oído y sinusitis.
En pacientes con VIH positivo, también se utiliza su tratamiento para hacer frente a daños que hayan producido las bacterias que en ellos estén presentes. La receta que prescribe un profesional sanitario, se hace también extensible a pacientes adultos que presenten una reducción en su número de glóbulos blancos en sangre. Atendiendo a niños, se les administraría si presentasen infecciones graves, sobre todo de tipo pulmonar y de bronquios. Podríamos hablar entonces de casos puntuales, si no, no es recomendable su administración en menores de 18 años.
No se descarta que con infecciones intraabdominales o cistitis pueda recetarse ciprofloxacino, sin embargo, suele tratarse primero con otros antibióticos. Por otra parte se desaconseja tratar con este medicamento infecciones del tracto urinario que no sean severas, sinusitis bacteriana aguda o en bronquitis crónica que presente una agudización bacteriana.
No se recomienda tomar este medicamento en el paciente, si:
- Existe alergia por quinolonas .
- Existe hipersensibilidad a alguno de sus principios o componentes.
- Han existido problemas renales.
- Se padecen afecciones neurológicas.
- Existen problemas renales.
- Existen problemas cardíacos.
- Existe embarazo y/o lactancia.
- Existen problemas en los tendones.
- Existen problemas cardíacos.
Efectos secundarios
Con este medicamento un bajo porcentaje de personas, sobre un 5%, suele notar la aparición de efectos secundarios. El organismo suele aceptar su ingesta sin severas complicaciones.
En casi todos los antibióticos, como sucede con el caso del ciprofloxacino se dan diarreas. Además de esto pueden darse:
- Aumento de transaminasas.
- Náuseas.
- mareos.
- Cefalea.
- Molestia abdominal.
- Candidiasis vaginal.
- Erupciones cutáneas, poco frecuente.
Sistema nervioso
Tras la primera dosis de cipro pueden existir daños en el cerebro y el sistema nervioso. Al producir efectos neurológicos, puede verse alterarada la capacidad de reacción. Otros síntomas probables son el hormigueo o el entumecimiento. En algunas personas puede provocar que se vuelvan fotosensibles. En personas con problemas del sistema nervioso debe utilizarse con extremo cuidado.
Quienes toman este antibiótico pueden sentirse nerviosos y alterados, ya que aumenta los efectos de la cafeína, si se consume durante el tratamiento. Es preciso reducir considerablemente el consumo de café, chocolate o bebidas energéticas, dado su carácter estimulante, ya que pueden acelerar los síntomas de ansiedad, insomnio y palpitaciones de tipo cardíaco.
Los tendones
Administrada a personas de más de 60 años o si se excede la dosis, pueden darse diagnósticos de tendinitis o lesiones en los tendones. Puede producirse un empeoramiento en la musculatura, para aquellas personas que padezcan miastenia grave. La ciprofloxacina puede causar problemas en el complejo óseo, tejidos alrededor de las articulaciones y en las mismas articulaciones.
Algunos de los efectos menos habituales son:
- Anemia.
- Trastorno metabólico.
- Hiperactividad, depresión.
- Vértigo.
- Trastornos visuales.
- Ruido en el oído o pérdida de audición.
- Disminución de la presión arterial.
- Artritis.
- Trastorno renal.
En el caso de la ciprofloxacina oftalmológica se han observado molestias y ardor de tipo local. En pacientes que hayan padecido lesión hepática, puede aparecer un aumento de enzimas hepáticas.
Es de suma necesidad dejar de tomar el medicamento si se experimenta : urticaria, sarpullido, diarrea intensa con fiebre y calambres, dificultad para respirar, taquicardias, orina oscura o sangrados, entre otros efectos.
El ciprofloxacino con otras sustancias
La absorción de ciprofloxacino puede verse reducida, frente a elementos como los sales de hierro o los antiácidos, y productos como la leche o el zumo de naranja. Su administración debe tener lugar dos horas antes o seis después, de la sal de hierro o el antiácido, al igual que sucede con la leche y el zumo.
Pacientes diabéticos pueden experimentar niveles bajos de glucosa en sangre, al tomar ciprofloxacino a la vez que los medicamentos para su enfermedad. Previa o posterior a la ingesta de cipro debe controlarse la actividad anticoagulante y ver que todo sucede sin complicaciones y en los niveles normales.
Enunciados los efectos perjudiciales que puede causar el medicamento ciprofloxacino y conociendo su gravedad en muchos casos, a la hora de saber si es conveniente seguir o no con el tratamiento, es el médico, previo informe por parte del paciente, quien lo determine.