A la hora de eliminar unos kilos de más y evitar problemas de obesidad, es importante el conocer las clases de grasas del cuerpo para saber cuáles son las beneficiosas y cuáles son las más dañinas. En el siguiente artículo te ayudamos a que sepas diferenciar los tipos de grasa corporal y las características de cada una de ellas.
Grasa blanca y grasa parda
El cuerpo humano tiene dos tipos o clases de grasas: la blanca y la parda. En el caso de las personas con unos kilos de más, la grasa blanca suele ser mucho mayor que la parda o marrón. Lo ideal es que la grasa parda prevalezca frente a la que es blanca.
La grasa blanca es la más popular de las dos y ayuda a almacenar energía para que el organismo pueda funcionar sin problema alguno. Este tipo de grasa supone el 25% de toda la grasa corporal. Por el contrario, la grasa parda va a tener la capacidad de oxidar la glucosa y los lípidos del organismo para convertirlos en calor.
Aspectos positivos de la grasa parda
La grasa parda ayuda a que el cuerpo esté caliente para poder protegerse del temperaturas frías del exterior. Este tipo de grasa se encuentra en el cuello, en la parte de arriba de la espalda y en las arterias renales.
Hasta hace unos años se pensaba que la grasa parda tenía un papel importante en los recién nacidos. Sin embargo diversos estudios han indicado que la grasa parda también tiene un papel esencial en el metabolismo de los adultos, pudiendo ayudar a evitar casos de obesidad y de diabetes.
La grasa blanca también es importante
Este tipo de grasa se acumula en la zona abdominal en el caso de los hombres y las caderas y en los glúteos en el caso de las mujeres. Como ya hemos comentado más arriba, gracias a la grasa blanca el organismo cuenta con energía suficiente para trabajar sin problema alguno.
Si no hubiera grasa blanca en las mujeres, su organismo reproductor podría verse perjudicado seriamente. El gran problema es que haya más grasa blanca en el cuerpo de la deseable. Si ello ocurre, la persona tiene un problema de obesidad bastante evidente.
Qué es la grasa visceral
Aparte de la grasa blanca y parda, hay otro tipo de grasa corporal llamada visceral. Es el tipo de grasa que se acumula alrededor de los órganos que se encuentran en la zona del abdomen. Esta clase es mucho más mala y dañina para la salud que la blanca.
La grasa visceral es la culpable de que el colesterol malo suba más de la cuenta y de que la persona llegue a tener hipertensión. Por otra parte, la grasa visceral puede provocar que haya un aumento del azúcar favoreciendo el desarrollo de la diabetes.
Todo ello puede provocar que haya un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón. Es por ello que se trata de un tipo de grasa que se debe evitar a toda costa. Los expertos aconsejan el seguir una alimentación lo más saludable posible y el hacer algo de ejercicio de una manera habitual.
En definitiva, a la hora de perder unos kilos de más y llegar al peso ideal, es importante conocer los diferentes tipos de grasas que pueden haber en el cuerpo. En contra de lo que mucha gente pueda llegar a pensar, la grasa blanca es necesaria para el organismo.
La grasa que es verdaderamente peligrosa para la salud es la visceral, acumulándose sobre todo alrededor de los órganos que se encuentran en la parte abdominal del cuerpo. Controlar esta clase de grasas es clave a la hora de evitar problemas relacionados con la obesidad como es el caso de la diabetes o problemas de corazón.