Los riñones son dos órganos ubicados a ambos lados de la columna, detrás del abdomen. Además de crear orina para eliminar los desechos y el agua innecesarios de tu cuerpo, producen varias hormonas, incluidas la eritropoyetina y la renina, y ayudan a regular la presión arterial y los fluidos corporales.
Aunque las personas generalmente tienen dos riñones, un riñón puede funcionar solo de manera adecuada si el otro deja de funcionar. Esto significa que una persona puede sobrevivir perfectamente con un solo riñón en su organismo.
Problemas de riñón
Uno o ambos riñones pueden dejar de funcionar correctamente por varias razones, incluida una lesión o los efectos de una afección médica como diabetes o presión arterial alta. Las enfermedades comunes que afectan a los riñones incluyen el cáncer de riñón que se refiere a la palabra latina para riñones, renes. La enfermedad renal crónica, que también se llama insuficiencia renal crónica también es común.
Cuando los riñones tienen un problema o corren el riesgo de desarrollar un problema, la pérdida de peso puede ser un síntoma de la afección o una forma de intervención o tratamiento para ayudar a aliviar o manejar el problema. Siempre que existan problemas en los riñones es necesario acudir al médico para que sepa cómo reaccionar o cómo tratar la afección correctamente y lo antes posible.
Pérdida de peso como síntoma
Perder peso es un resultado típico y un signo de enfermedad renal. Por ejemplo, la insuficiencia renal crónica, una afección progresiva que empeora gradualmente, puede hacer que los pacientes experimenten náuseas y vómitos repetidamente debido a la acumulación de desechos en su cuerpo.
Cuando tales síntomas reaparecen, los efectos finales pueden incluir pérdida de apetito que conduce a una nutrición inadecuada y pérdida de peso. La falta de apetito y la pérdida rápida de peso por razones desconocidas también son síntomas comunes del cáncer de riñón.
Pérdida de peso como tratamiento
Numerosos factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle ciertas enfermedades que afectan los riñones, como el cáncer de riñón y la insuficiencia renal. Por ejemplo, en el caso del cáncer, los factores contribuyentes significativos incluyen:
- Ser un hombre
- Comer una dieta rica en grasas
- Fumar
- Sobrepeso u obesidad
El peso excesivo también puede aumentar la gravedad de una afección renal una vez que la desarrollas. Si un individuo con un problema renal pesa demasiado, un enfoque común para mejorar la salud de la persona implica comer más nutritivamente y hacer más ejercicio para perder kilos de más y mantener un peso normal.
Consideraciones de obesidad
La obesidad no causa afecciones renales directamente. Sin embargo, si tienes problemas renales, la obesidad puede facilitar que otros problemas de salud como la diabetes y la hipertensión dañen sus riñones más ampliamente. Perder peso en tales circunstancias puede mejorar tu salud, porque alcanzar un peso normal a menudo ayuda a las personas a controlar la diabetes y a reducir la presión arterial, por ejemplo.
La obesidad puede hacer que el tratamiento de los problemas renales no solo sea más difícil, sino a veces imposible. Las personas con obesidad mórbida con enfermedad renal grave a menudo no pueden recibir un trasplante de riñón crucial hasta que pierden peso, porque el exceso de peso aumenta su riesgo de desarrollar complicaciones después de la cirugía.
En este caso, perder peso se convierte en una prioridad de salud para poder recibir el transplante puesto que de no hacerlo, los problemas de riñón podrían llegar a ser mortales para la persona. Si una persona obesa no pierde peso y los problemas de riñón se agravan su vida podría peligrar seriamente.